la bellísima Foz de Arbayún. Imagen de Juan José Dominguez. guiarte.com. Copyright
Por Juan José Domínguez
La población de Lumbier está situada al pie de la Sierra de Leire, rodeada por un meandro del río Salazar, cerca de su confluencia con el río Irati, corrientes fluviales que proporcionan los mayores atractivos naturales de la zona.
Es territorio por el que pasa una vía del Camino de Santiago, procedente de Aragón.
Los ríos Irati y Salazar originan al atravesar las montañas sendas gargantas espectaculares: las famosas foces de Lumbier y Arbayún.
La Foz de Lumbier es un desfiladero excavado por el río Irati sobre las calizas del extremo occidental de la Sierra de Leyre. A su belleza natural une su riqueza faunística, con una importante colonia buitres leonados, otras numerosas especies.
El río Irati es uno de los más atractivos de Navarra, desde su extremo norte. Nace en la selva de Irati y recibe aportes de otros ríos como el Urrobi –también bellísimo- y el Salazar. Desemboca finalmente en el río Aragón.
Para visitar la Foz de Lumbier se aprovechan los túneles que se excavaron en las rocas para permitir el paso del ferrocarril maderero
La Foz de Arbayún se encuentra cerca también. Como un hondo barranco nemoroso, a 300 de profundidad, brota un inmenso hayedo de color verde anaranjado, en el que se esconden las alimañas. Reina el silencio.
Lo que hace miles de años fue el cauce profundo del río Salazar, hoy se ha convertido, como consecuencia de la erosión producida por el agua, en un bello paisaje digno de contemplación. El río desemboca en el Irati.
Los aficionados a la fotografía tienen una oportunidad de excepción.
Este bello paraje corona el alto de Iso, donde se encuentra un curioso mirador, cuya vista alcanza hasta el final de la Foz. A veces, desde allí, se ve en ocasiones volar a los buitres, los dueños del lugar Abundan por decenas. Razón por la que los forestales se cuidan de vigilar con atención la zona. Es un parque protegido.
Desde el mirador, a uno le dan ganas de colocarse un parapente y lanzarse al vacío. Pues en esa posición de poderío, en lo alto, casi se puede soñar. A uno le gustaría volar al lado de las nubes.
De normal no suelen verse aglomeraciones. La gente llega, se apoya en la barandilla, se quedan mirando y luego toman rumbo al valle de Salazar. Por la carretera se llega Ochagavía, quizá uno de los pueblos más bellos de Navarra.
Si el viajero sale de Pamplona, llegará hasta Lumbier, conocido porque a las afueras se puede visitar la Foz de Lumbier. La característica que más destaca de esta otra hondonada natural, estriba en que hace 50 años la bordeaba un ferrocarril. Es para verla.