La iglesia local, una magnífica edificación religiosa, originaria del período románico, pero con numerosas intervenciones posteriores.
Por Esther Marco Lerga es un bello pueblo de la zona media de Navarra, que tiene encanto para el visitante, y unas excepcionales bodegas para visitar
Corresponde al Partido Judicial de Aoiz y a la Merindad de Sangíesa, dentro de la comarca del Val de Aibar. Se localiza en la carretera NA-132 (Estella-Sangíesa). La distancia a Pamplona es de 52 Km.
Lo más destacado es la Iglesia de San Martín, un edificio de origen románico tardío, de hacia 1200, al que se realizaron modificaciones que afectaron principalmente a la torre y a la portada. Es una edificación de nave única con cuatro tramos y cabecera semicircular. Se cubre con una bóveda de cañón. El coro se sitúa en el último tramo y se abre por un arco escarzano muy moldurado; una verja de principios del siglo XVII lo cierra (Se dice que está hecha con buena parte de las cadenas que el rey Sancho el Fuerte consiguió en las Navas de Tolosa).
La torre, prismática, se alza a sus pies. Su parte superior es un recrecimiento del siglo XVI y presenta los ángulos reforzados con contrafuertes. El retablo mayor del templo pertenece a la segunda mitad del siglo XVII y su forma ochavada se adapta muy bien al medio círculo del ábside. Simón de Iroz y Villava, fue el maestro arquitecto del Retablo Mayor.
La portada, de estilo herreriano, también fue remodelada durante los siglos XVI y XVII.
Digna de visitarse es también la ermita de Santa Bárbara. Es un edificio que en su exterior carece de signos religiosos de ningún tipo. En tiempos, en la pardz tuvo una lápida romana que en la actualidad se encuentra en el Museo de Navarra.
Hay numerosas casas de piedra, de atractiva robustez. La bodega de Lerga fue fundada en 1941 y produce un excelente vino que hará las delicias del visitante.
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