El mayor tesoro de Horcajo es un inmediatez al Parque Nacional de Cabañeros, un territorio de gran interés ecológico.
Es un pueblo tranquilo, a la vera del río Rubial, que ha tenido una existencia tranquila a lo largo de los siglos, en la mayor parte de su historia moderna como dependiente de la ciudad de Toledo, a la que suministraba leñas y productos diversos. La iglesia, sencilla, está dedicada a San Antonio Abad, y en ella destaca una puertecilla lateral, polilobulada y mudéjar. En el pueblo se nota el progreso derivado de cierta capitalidad turística de la zona.
Tiene buenos establecimientos hoteleros, destacando un hostal con buena relación calidad/precio, un camping con cabañas de madera y varias casas rurales, alguna, como la del tío Dionisio, muy bien adecuada. Llama la atención el mesón-museo La Almazara.
En el lugar se aprecia, sin embargo, cierto abandono urbanístico.
Horcajo se ha beneficiado en los últimos años de su interés cinegético y la su proximidad al Parque Nacional de Cabañeros. Su situación, en los Montes de Toledo, le proporciona una excelente oportunidad de vida y desarrollo.
Es interesante ver el Parque Nacional. Hay rutas en todo-terreno: ( 926775384) y a pie (926783297). El Centro Administrativo del Parque está en Pueblo Nuevo del Bullaque, Tel.: 926783297. El centro de visitantes "Casa Palillos" está al lado de la carretera de Pueblo Nuevo del Bullaque a Santa. Quiteria
En el pueblo hay una antigua fábrica de alfombras, que ha surtido al Teatro Real, al Palacio Real de Madrid, o a los Paradores Nacionales de Turismo de España.
Es sumamente interesante el Museo Etnográfico, que presenta la historia y las costumbres de este pueblo ( 926775182). Su amable guía no sólo explica los elementos etnográfico de la zona sino que oferta al visitante un buen vino de pitarra de Horcajo.
La gastronomía de Horcajo tiene interés. Hay platos de caza, buen queso de Santa Quiteria, y vino de pitarra. Se confeccionan platos típicos como los guisos de venado, el ajo blanco, la caldereta, etc.