Gradefes

Esta zona del valle del Esla es de gran interés histórico y artístico porque está cruzada por el Camino de Santiago y en ella perviven vestigios diversos del pasado, desde los castros diseminados por el entorno a las ruinas de la ciudad romana de Lancia o los monasterios de Sandoval, San Miguel de Escalada, Eslonza y el mencionado de Gradefes.

Con algo más de 200 habitantes, el lugar se halla a la vera del río Esla, en torno al cual existe un agradable bosque de ribera, y una amplia zona de instalaciones de ocio. En el casco urbano destaca el viejo monasterio, rodeado de su cerca, sobre la que emerge la estructura del templo y una humilde espadaña, todo de un aire sencillo acorde con el espíritu fundacional del Císter. El monasterio de Santa María la Real de Gradefes fue fundado en el 1177 con monjas provenientes del monasterio navarro de Tulebras.

La iniciativa de crear este centro religioso corrió a cargo de doña Teresa Pérez, viuda de un noble de tiempos del rey leonés Alfonso VII, a quien este le concedió el dominio de esta zona del valle del Esla, por sus servicios. Doña Teresa, que había enviudado en 1164, sería además la primera abadesa del centro. Los sepulcros de esta mujer y de su esposo corresponden a sendas figuras yacentes del interior de la iglesia.

Del monasterio de Santa María la Real destaca de manera especial la estructura del templo, la cabecera, y la sala capitular, del siglo XII. El resto del conjunto es de época posterior.

Es particularmente notable la girola de la iglesia, única de España entre los monasterios cistercienses femeninos. Es un ámbito que sorprende por su belleza, armonía, luminosidad y por sus capiteles decorados, elemento también interesante, habida cuenta de la austeridad decorativa cisterciense.

De la sala Capitular destaca, por su belleza, una magnífica entrada organizada con siete vanos de arcos ligeramente apuntados y apoyados sobre columnas.

Al lado de la iglesia se halla el claustro, de distintas épocas pero cargado de sencillez, con una salida hacia el huerto, desde el que se contempla la magnífica cabecera, triabsidial, espacio que recuerda a otro templo del Reino de León: el de Moreruela, en el norte de Zamora.

El monasterio sigue siendo utilizado por las monjas que hacen unas ricas pastas que se venden en el propio centro monástico. El centro también tiene una pequeña hospedería.

La iglesia suele abrirse todos los días, pero hay horarios los fines de semana para poder pasear por el templo, el claustro, la sala capitular y la cebecera del templo. En verano se hacen visitas guiadas.

El conjunto está lleno de encanto porque aúna el interés de la arquitectura “culta” de la iglesia y la sala capitular, sobre todo, con retazos de arquitectura de aire popular, llena de sencillez y humildad.

Las monjas tienen una página web, también llena de cierto candor: http://contemplativasengradefes.blogspot.com.es/ Para contactar con el monasterio, el correo ocsogradefes@alfaexpress.net y el teléfono 987 333 011

Por Artemio Artigas