El extraordinario Cristo de la iglesia de Santiago, en Carrión de los Condes. Guiarte.com/Ana Alvarez
Interior de la Iglesia de Santa María, en Carrión de los Condes. Guiarte.com/Ana Alvarez
Detalle del claustro de San Zoilo, en Carrión, obra de Juan de Badajoz el Viejo. Guiarte.com/Ana Alvarez
Puerta renacentista en el claustro de San Zoilo, en Carrión de los Condes. Guiarte.com/Ana Alvarez
Tomás Alvarez
En la geografía urbana, un tanto caótica, se simultanea la desagradable presencia de numerosos edificios modernos a veces prototipo del feísmo más lamentable con una riqueza inusual de arte que atrae el interés de los viajeros.
Sobre el altozano que domina la vega del Carrión ya se ubicaba en la antigüedad una ciudad de los vacceos denominada Lacobriga (no confundir con otra Lacobriga de Lusitania). Este era el punto por el que la vía romana de Asturica(Astorga) a Burdigala (Burdeos) cruzaba el río.
Carrión fue sede de uno de los grandes condados del reino de León, y en ella nacieron personajes ilustres, entre los cuales cabe señalar a Iñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, uno de los destacados poetas hispanos de la Edad Media.
Numerosos textos nos destacan al Carrión medieval, entre ellos el Códice Calixtino, que habla de su riqueza.
El peregrino que llega desde el este pronto se encuentra en la población con la iglesia de Santa María del Camino, de tres naves, románica, con una interesante portada en el flanco sur, dañada por los contrafuertes levantados en el siglo XVII para salvar al templo de la ruina.
Muy cerca de la iglesia, una sencilla placa nos recuerda el lugar de origen del Marqués de Santillana, a quien se le ha dedicado un pequeño monumento pocos metros más adelante.
Pero el tesoro de Carrión está en otra iglesia de menor tamaño, también románica, la de Santiago. Es un templo del siglo XII, renovado posteriormente por diversos avatares históricos, donde pervive una fachada occidental que sobresale por su soberbia decoración
Sobre una portada de arco de medio punto bellamente decorada aparece un monumental friso presidido por Cristo rodeado de los evangelistas.- Es una de las obras más espectaculares del románico hispano, en la que destaca la extraordinaria imagen del Salvador. Más que ante un Cristo románico parece un dios helenístico. Sólo esta imagen bien merece una visita a Carrión.
En el pueblo hay otros puntos de interés como la monumental iglesia de San Andrés, renacentista, y de Nuestra Señora de Belén, también originaria de la misma época, que domina el valle del río Carrión.
… Y al otro lado del casco urbano aún queda otro monumento de gran interés: el monasterio de San Zoilo, que es en la actualidad un centro hostelero, aunque la parte norte se ocupa por una institución dedicada al Camino de Santiago.
El centro monacal, originario del siglo X estaba dedicado en origen a San Juan Bautista, pero se cambió esta advocación en el siglo XI, cuando llegaron a él las reliquias de San Zoilo.
La monarquía leonesa continuaría impulsando al monasterio bajo la regla cluniacense, y éste ganó prestigio por su beneficencia. Más tarde pasó a control de los jesuitas y ha sido también seminario del obispado palentino.
Hay diversos elementos de interés en el edificio: una bella portada y magníficos capiteles románicos; una excelente colección medieval de sarcófagos de los Condes de Carrión; un extraordinario claustro renacentista con obra de Juan de Badajoz, y un templo del XVII con portada barroca y una bellísima renacentista que le comunica con el claustro.
