El gran hórreo de Carnota. Imagen de J.M. Fernández Miranda/Guiarte
La iglesia de Carnota, con su altivo campanario. Imagen de J.M. Fernández Miranda/Guiarte
La sólida base de uno de los hórreos de Carnota. Imagen de J.M. Fernández Miranda/Guiarte
Palomar en Carnota. Imagen de J.M. Fernández Miranda/Guiarte
En un paisaje hermoso, la costa atlántica, se alternan las zonas rocosas con agradables playas y calas. El clima es atlántico y húmedo; duro especialmente en invierno. Las precipitaciones anuales superan los 1600 mm.
En el entorno hay algunos restos que muestran el antiguo asentamiento humano en la zona, desde petroglifos a castros.
Alguna actividad pesquera y agraria y cierta actividad en el ámbito del turismo y los servicios dan vida a esta zona.
El conocido como “hórreo de Carnota” es el elemento más popular. Es una construcción muy larga –cerca de 35 metros- y estrecho. Es, sin duda, uno de los mayores hórreos de Galicia, aunque no tiene la superficie del del monasterio de San Juan de Poio, en Pontevedra, que es el mayor de todos.
El hórreo de Carnota es de finales del siglo XVIII y se apoya en 22 pares de pies. Forma parte de un conjunto importante, junto con un palomar y el templo de Santa Comba.
La iglesia es de 1775 con obra posterior; amplia, tiene tres naves, y con una altiva torre campanario de época posterior.
El entorno de Carnota es rico en lo que se refiere a sus características medioambientales, con el monte Pindo, de más de 600 metros de altura y curiosas formas pétreas, y la larga playa, la mayor de toda la Costa de la Muerte, al norte de la cual se halla la marisma de Caldebarcos
En Carnota están muy arraigadas las costumbres de la región, esto implica una activa celebración del carnaval (entroido). Las cinco parroquias del municipio celebran también sus respectivas festividades patronales.
Página web municipal:
http://concellodecarnota.com/