Templo de El Burgo Ranero, dedicado a San Pedro. Imagen de José Holguera (www.grabadoyestampa.com), para Guiarte.com
Crucero a la entrada de El Burgo Ranero. Imagen de José Holguera (www.grabadoyestampa.com), para Guiarte.com
Esta es una zona cerealista y llana, en la que aparecen pueblos de casas de una o dos plantas, muchas de ellas de barro y con corral en el interior, dado que corresponden a explotaciones y viviendas de pobladores agrarios.
El espacio es relativamente desolado, y el propio Domenico Laffi narró en el siglo XVII en su “Viaggio in Ponente a San Giacomo di Galitia” que por aquí los lobos se comieron a un peregrino.
En el entorno del lugar siempre ha habido charcas en las que croaban las ranas que han dado nombre al pueblo y que en la Edad Media se comían en las mesas conventuales, tanto de Sahagún como de Gradefes.
El Burgo Ranero ya aparece en textos medievales de los siglos XI y XII. En 1386 recibió fueros concedidos por la abadesa de Gradefes. El monumento más importante del lugar es la iglesia de San Pedro, de humilde torre cuadrada. En su interior tiene un retablo renacentista. La talla románica que albergaba se halla ahora en el museo catedralicio leonés.
En estos ámbitos de paisajes austeros y pueblos humildes se rodó buena parte de la película norteamericana The Way, que narra la peripecia peregrina hacia Santiago.
En el lugar hay estación de ferrocarril y un par de albergues de peregrinos. Se celebran fiestas el día de San Pedro y en agosto.
Por Artemio Artigas