En el entorno de Boente se contemplan elementos de arquitectura tradicional, como los hórreos. Imagen de Jose Holguera para Guiarte.com
Portada de la iglesia de Santiago, en Boente. Imagen de Jose Holguera para Guiarte.com
En el templo de Boente aún se aprecian elementos de la iglesia medieval. Imagen de Jose Holguera para Guiarte.com
Por Artemio Artigas
Con algo más de un centenar de habitantes, la población se aglutina en dos barrios (de Arriba y de Abajo) y pertenece al municipio de Arzúa, en la provincia de La Coruña. Se halla a unos 400 metros sobre el nivel del mar, en medio de campos de cultivo.
Justo al lado de la carretera Nacional 547, el viajero descubrirá una bella fuente, al lado de un airoso crucero. Recibe el nombre de la Saleta y es tradición que posee aguas salutíferas. Poco más adelante se encontrará ante una sencilla iglesia de origen medieval dedicada al apóstol Santiago.
El templo se fundó en el año 992. El edificio actual es del XIX, aunque conserva una serie de elementos del siglo XII.
La iglesia, situada a la vera de la carretera es bastante visitada por los peregrinos. Suele estar abierta mañana y tarde, salvo en periodo invernal.
Una sencilla espadaña de granito culmina el hastial. En el interior, rectangular, se contempla un techo de madera y una estructura sostenida por sendas arcadas. El retablo es de aire clasicista y entre las imágenes destaca un bello Santiago peregrino.
En medio de un aire campesino, Boente conserva arquitectura tradicional, buenas casas y algún hórreo, la típica construcción levantada sobre pilares que los viajeros han podido encontrar desde su recorrido por el oeste leonés y que se destina a guardar los productos del campo alejados de la humedad y de los roedores.
Se cuenta en las guías que en la antigüedad muchos peregrinos recogían en Triacastela piedras que transportaban hasta las cercanías de Boente (la aldea de Castañeda) para abastecer la fabricación de cal, requerida para las obras de la catedral de Compostela.