La poderosa estructura del castillo de Berlanga, sobre campos de girasoles. Foto guiarte. Copyright
Interior de San Baudelio. En primer térmico la columna central, y detrás la tribuna. Foto guiarte. Copyright
Se trata de una población de unos mil habitantes situada en la provincia de Soria, donde se encuentran importantes vestigios de una rica historia.
El nombre del lugar parece que se debe al emperador Valerio, en tiempos romanos, de quien recibió la denominación de Augusta Valerianica.
En el medievo tuvo una importancia notable, y en la pugna entre musulmanes y cristianos fue largamente disputada. Uno de sus conquistadores fue El Cid.
Contó con notables dignatarios que la impulsaron. Entre ellos los duques de Frías.
Tiene notables monumentos que recuerdan ese glorioso pasado.
En primer lugar cabe señalar el poderoso castillo, obra fundamental del siglo XV, sobre otro precedente. Aún asombra su reciedumbre dominando el otero. Pese a la ruina muestra grandeza.
En la parte baja del cerro está el palacio de los Marqueses de Berlanga, ruinoso pero altivo; lugar de citas históricas destrozado durante la guerra de la Independencia.
La colegiata de Santa María del Mercado es Monumento Nacional desde 1931. Es del siglo XVI, renacentista, con tres amplias naves y bellas bóvedas estrelladas. Sillerías, pinturas y enterramientos del siglo XVI.
Hay aún algún otro elemento notable, como el bello rollo gótico y numerosas casas de bella factura tradicional. Pero en el entorno de Berlanga hay otra joya: se trata de la ermita de San Baudelio, de humilde aspecto exterior, situada en Casillas de Berlanga, a ocho kilómetros del núcleo de Berlanga
San Baudelio es una interesante edificación de estilo mozárabe, con una curiosa estructura que pivota en torno a una gran columna central que se abre en forma de palmera, generando ocho arcos de herradura.
Es notable también la curiosa y pequeña tribuna. También destacan las importantísimas pinturas murales. Buena parte de ellas han acabado en el Museo del Prado y en Estados Unidos, aunque en el lugar aún queda una pequeña parte.
