Tímpano de la fachada oeste de la iglesia de Barbadelo, Lugo. Imagen de José Holguera (www.grabadoyestampa.com) para Guiarte.com.
Portada principal del templo románico de Barbadelo, Lugo. Imagen de José Holguera (www.grabadoyestampa.com) para Guiarte.com.
Portada en el paramento norteño del templo de Barbadelo, Lugo. Imagen de José Holguera (www.grabadoyestampa.com) para Guiarte.com.
La iglesia de Santiago, en Barbadelo, Lugo, asoma por encima de las lápidas del cementerio.
Estampa agraria en Vilei, en las inmediaciones de Barbadelo. Imagen de José Holguera (www.grabadoyestampa.com) para Guiarte.com.

Por Artemio Artigas
El espacio es amable, con suaves colinas, praderías y pequeños bosquecillos. Ubicado por debajo de los 600 metros sobre el nivel del mar, este territorio tiene ya un clima relativamente dulce y por eso las casas, de piedra, presentan unos ventanales más amplios de los que el peregrino contemplaba en los inicios del tramo del Camino en la provincia lucense.
Hay documentación de Barbadelo desde temprana Edad Media y se cuenta que hasta aquí llegaban los criados de los establecimientos de hospitalidad de Compostela para recomendar a los peregrinos las posadas a las que ellos pertenecían. 
El templo parroquial, dedicado al apóstol Santiago, es lo que queda de un monasterio dependiente del de Samos. Sin duda es uno de los mejores edificios románicos del entorno, aunque ha sufrido diversas modificaciones desde la época en la que surgió, el siglo XII. Es Monumento Nacional.
Las partes mejor conservadas son la oeste y la norte, en las que se aprecian sendas portadas románicas. El ábside semicircular, lamentablemente, fue destruido en el siglo XVII y sustituido por el actual, cuadrado. 
La torre, en el noroeste, tiene cierta prestancia, se apoya en el ángulo del templo. Posee tres niveles separados por impostas.
En el muro norte hay una buena portada de medio punto decorada con elementos geométricos, y con un tímpano liso. Destacan en ella los capiteles de las columnas laterales, decorados con motivos animales; el más curioso de ellos es el de la derecha, donde aparecen sendas serpientes o dragones que parecen beber de un cáliz. 
La portada principal, en la fachada oeste, está con un orlado ajedrezado. Posee tres arquivoltas de las cuales dos se apoyan en columnas de capiteles bellamente decorados, con motivos zoomorfos y antropomorfos. En el tímpano destaca un bloque pentagonal con una figura humanoide flanqueada por serpientes y círculos de distintos diámetros, en función del tamaño del propio bloque granítico. Encima otro bloque central presenta un orante con los brazos abiertos.
El camino prosigue a Puerto Marín, por medio de un paisaje verdeante en el que abundan los robles y castaños a la par que las praderías. Empiezan por esta zona a aparecer con cierta frecuencia los hórreos y reaparece la viticultura, que no había vuelto a verse desde el Bierzo. La senda hacia Compostela avanza por pistas y caminos rurales… con lo que el recorrido ofrece al viajero el encanto de lo natural. 
