Iglesia parroquial de Arcahueja. Imagen de José Holguera (www.grabadoyestampa.com), para Guiarte.com

Se trata de dos poblaciones que han crecido a la orilla de la carretera nacional 601, en torno a la cual se asientan numerosas instalaciones comerciales, industriales y de servicios, que han dado a este espacio un aire desmadejado.
En un territorio de más bien de secano, los pueblos conservan aún parte de su arquitectura tradicional, en la que abundaba el tapial y el adobe. En numerosas casas pervive la estructura campesina tradicional, con su portalón por el que accedían los carros y los animales hacia el corral, en torno al cual se alineaban dependencias residenciales y de la explotación agroganadera.
Naves industriales y edificios de nuevo cuño alternan con las edificaciones antiguas en estos lugares que han ido perdiendo su tipismo tradicional, sin mejorar con el tráfico y la modernidad.
Arcahueja, del municipio de Valdefresno, y perteneciente a la antigua hermandad de la Sobarriba tiene unos 200 habitantes (2012).
El lugar se denominaba Santa María de Arcahueja y está documentado desde el siglo XII, cuando perteneció al monasterio de Sandoval. El principal monumento del pueblo es la iglesia parroquial dedicada a Nuestra Señora de la Asunción.
Valdelafuente, del mismo ayuntamiento, tiene en la actualidad (2015) unos 250 habitantes, cifra que ha ido aumentando durante las últimas décadas, merced a la influencia demográfica de la capital leonesa. Al final de la trama urbana se halla el Alto del Portillo, desde donde ya se divisa la cercana ciudad de León.