Artemio Artigas. Guiarte.com. París 16/02/2017
Este sitio Patrimonio Mundial es de carácter mixto (monumental y medioambiental) y diversas áreas situadas todas ellas en el sur del Irak, en el entorno de la confluencia del Tigris y el Éufrates.
En el aspecto urbano se señalan como Patrimonio de la UNESCO el “tell” de Eridu y las ruinas de las ciudades de Uruk y Ur, vestigios arqueológicos de asentamientos sumerios en la Baja Mesopotamia, que florecieron entre el tercer y cuarto milenios a.C. en el delta pantanoso formado por los ríos.
Por su parte, los humedales pantanosos (“ahwar”) de esta región del Iraq Meridional se destacan como únicos en su género, por su formación en uno de los mayores deltas interiores del mundo y por estar situados en un medio natural extremadamente árido y cálido.
Ur estaba a la orilla del Éufrates, cerca de su desembocadura, al norte de Eridu. Sus ruinas ya fueron detectadas en el siglo XIX y las investigaciones permitieron el hallazgo de tablillas que permitieron su identificación. En el siglo XX se reconstruyó allí parcialmente el zigurat de Ur-Nammu.
Eridu estaba ubicada al lado del mar, en la desembocadura del Tigris y Éufrates, a algo más de 20 kilómetros al sur de Ur. Ahora está a gran distancia de la costa por los sedimentos aportados por ambos ríos.
Uruk se halla más al norte de las dos anteriores. La ciudad estaba asentada en la ribera oriental del Éufrates. Tenía un gran tamaño y en la antigüedad se cree que era la mayor urbe del mundo. Es la patria de Gilgamesh, personaje mitológico y literario sumerio. Sus grandes restos empezaron a ser conocidos en el siglo XIX, y su nombre pudo ser origen de la actual denominación de Irak.
Los tres enclaves arqueológicos forman parte de los restos de asentamientos sumerios que se desarrollaron en el sur de Mesopotamia entre el cuarto y tercer milenio a. C. en lo que entonces era una zona de pequeños estados en el delta pantanoso de los ríos.
Las ciudades florecieron entre el cuarto y segundo milenio antes de Cristo y su prosperidad fue sostenida por la agricultura alrededor de los ríos, la pesca y el comercio en el entorno del golfo Pérsico.
Entre 2120-2000 a.C., surgió en estas urbes una arquitectura monumental, sobre todo zigurats. Los tres sitios tienen restos de estas estructuras religiosas y también abundantes tabletas cuneiformes que surgieron alrededor del mismo tiempo, utilizadas para documentar la vida económica y religiosa de la antigua Mesopotamia meridional.
En el momento en que estas ciudades estaban floreciendo, los ríos Tigris y Éufrates fluían a través de la llanura de Mesopotamia hasta un delta pantanoso en los bordes de Ur. Poco a poco, a lo largo de los siglos, los dos ríos se separaron y sus deltas se movieron hacia el sureste, con el resultado de que los antiguos pantanos se convirtieron en salinos y eventualmente se secaron, provocando la desaparición de las ciudades hacia 1700 a.C.
A medida que el litoral retrocedía, el área de los nuevos pantanos avanzó río abajo hacia el Golfo Pérsico. Cuatro áreas de estos nuevos pantanos han sido nominadas, principalmente por su valor natural, pero también por algunas evidencias arqueológicas emergentes. Los humedales se drenaron en su mayor parte en la década de 1990, obligando a las comunidades árabes que vivían allí a alejarse. Partes de áreas pantanosas están siendo reinundadas para recrear los pantanos y sus hábitats.
Mapa del sitio de la UNESCO: Humedales y asentamientos sumerios del sur de Irak.
Humedales y asentamientos sumerios del sur de Irak. Zigurat en Ur. © Qahtan Al-Abeed/UNESCO
Humedales y asentamientos sumerios del sur de Irak. Sitio y zigurat de Ur © MOD Crown Copyright/UNESCO
Humedales y asentamientos sumerios del sur de Irak. Bufalos en los marjales del sur de Irak. © Jasim Al-Asady/UNESCO
Humedales y asentamientos sumerios del sur de Irak. Uruk, Zigurat © Qahtan Al-Abeed/UNESCO