Que ver
Esta guía tratará de resumir lo que puede ver cualquier viajero en Florencia, en un periodo de cinco o seis días.
Pero hay que advertir que el fondo artístico de Florencia es casi inagotable. Es ésta una urbe a la que hay que volver una y otra ver, para degustar en ella el arte de los siglos finales del medievo. No hay otra ciudad en el mundo con tan magnífico elenco artístico de esta época.
En un espíritu de síntesis, elegiremos los mejores monumentos comprendidos en un polígono organizado en torno a la vieja ciudad, con una excepción, San Miniato al Monte, que preside desde una colina la vida de Florencia. San Miniato es el mirador ideal.
Personalmente, si tuviera que hacer una valoración de monumentos, pondría en primer lugar a Santa María de Novella, con su sencilla arquitectura cisterciense y su incomparable tesoro artístico; tal vez en segundo lugar situaría a San Miniato, que une su deliciosa estructura románica con su aire apartado y vigilante, mezclando arte y romanticismo; en tercer lugar situaría a la catedral, más impresionante desde fuera que en el interior, y al lado de esta a la Santa Croce, el auténtico panteón de toscanos.
Es inclasificable el baptisterio. Se sale de todas las previsiones, y asombra cómo en tan temprano románico se pudo hacer tal síntesis y cómo se continuó dotándolo de elementos de interés, hasta colmarlo de las puertas del paraíso.
Pero no se puede dejar de ver el palacio Vecchio, las loggias, pasear por algunos de los principales museos y deambular entre el paisanaje del Ponte Vecchio.
Y el viajero recapitulará –cuando se va alejando de la ciudad- que aún le quedan cosas por ver si aún no ha pasado por San Marcos, San Lorenzo o algún palazzo.
Florencia está llena de bellos rincones. Foto guiarte. Copyright
David, copia del que está en la Academia, en la Plaza de la Señoría. Beatriz Alvarez Sánchez. guiarte.com