Skansen Museo al aire libre
Un museo-parque muy interesante y agradable para visitar, donde podemos dar un recorrido a muchas cosas interesantes sobre Suecia en general: costumbres, edificaciones, labores, flora y fauna...
Dicen que es como una Suecia, pero en pequeñito. El museo se compone de una extensión de terreno muy grande y verde donde se encuentran muchas casas, flora y fauna del país. Está situado en la isla de Djurgarden, ocupando gran parte de esta.
En la entrada, donde nos cobrarán por el acceso una cantidad razonable, podemos obtener un mapa, que será casi imprescindible para orientarse por el parque.
Este museo es muy entretenido de ver y, al contrario que la mayoría de los museos, no resulta nada cansado. Esto es porque es como un parque, más que un museo de los que estamos acostumbrados a ver. Es tan grande que podemos fácilmente gastar una mañana o toda una tarde, en el museo y todavía nos quedan cosas por ver.
Tienen mucho interés las casas del panadero, alfarero, soplador de cristal, etc. Conviene pasarse a buena hora por allí, porque cierran antes que otros lugares del museo. En todas las casas de los artesanos se puede comprar su trabajo, aunque muchas veces encontraremos que los precios no están a la altura del bolsillo del turista modesto. En mi opinión, lo más interesante es ver el trabajo del soplador de cristal, que resulta bastante espectacular. Aunque dejarse pasar por la panadería es realmente goloso y casi inevitable, por el olor que desprende. Se puede entrar incluso dentro de la panadería hasta tal punto que no sabemos si somos unos intrusos y nos estamos pasando de listos o bien estamos haciendo lo correcto.
Tiene una parte interesante para los niños, que es un pequeño zoológico, con los animales más característicos de Suecia. Por suerte los animales tienen un buen espacio vital y su hábitat bien reproducido.
Tienen mucha gracia las casas típicas suecas que hay repartidas por todo el museo, en las que podemos entrar en algunos casos. Son casas reales, traídas desde distintos puntos de Suecia. Hay desde casas vikingas a palacetes, casas campesinas y pequeñas cabañas para veraneo. Puede ser el mayor atractivo del museo.
Como además en el museo hay una de las pocas colinitas de Estocolmo, podemos encontrar algunos puntos desde los que apreciar unas bonitas panorámicas de la ciudad.