Guiarte.com. Claudio Path. Tahití. 25/08/2017
Hasta mediados del siglo XX, el palafito parecía una construcción arcaica y de tiempos primitivos… pero que llegó su aprovechamiento turístico.
Los palafitos proliferaron desde la prehistoria. Las ventajas de hacer la vivienda sobre el río o el lago eran reales. Se facilitaba el acceso a los recursos (agua y pescado) y los pobladores se mantenían alejados de las tribus hostiles y los animales peligrosos.
Hasta el siglo XX, el palafito se veía como una vivienda primitiva, excelente para aprovechar los recursos, evitar las crecidas del agua y facilitar el aprovisionamiento y la comunicación. Pero no se contemplaba como lugar de placer… hasta que llegó el palafito turístico, que se ha extendido actualmente por el Caribe, el sudeste de Asia, Oceanía y otros puntos del globo.
En estos días, desde Tahití-Turismo se señala que allí nació hace 50 el famoso bungalow sobre pilotes, hoy un emblemático alojamiento que se alza sobre las aguas color turquesa de las lagunas y que ha contribuido a dar fama a este destino.
Fue en 1967, cuando las Islas de Tahití se convirtieron en el primer destino en desarrollar estos alojamientos en aguas deshabitadas, al construir en las lagunas azules de sus islas unos bungalows y villas cubiertos con un tejado tradicional de materia vegetal.
Según recuerda ahora Tahití-Turismo, el bungalow sobre pilotes fue promovido por tres californianos que se habían instalado en Las Islas durante los años sesenta. Hugh Kelley, Muk McCallum y Jay Carlisle eran conocidos como los “Bali Hai Boys” y se habían enamorado de la Polinesia francesa y todos sus atractivos. Abrieron hoteles en Moorea y Raiatea.
Moorea tenía bastante éxito debido a su emplazamiento ideal, así como sus maravillosas playas y spots para practicar el esnórquel. Sin embargo, Raiatea no contaba con playas de arena. Buscando una solución, a Kelley se le ocurrió una idea que revolucionaría el turismo de este territorio durante las siguientes décadas. Sugirió que fueran construidos los bungalows sobre el agua para que los huéspedes pudieran de este modo tener acceso directo a la laguna. Además, pensó que sería algo excepcional contemplar las aguas a través del suelo, y fue así como se añadió el suelo de vidrio.
En 1967, los tres primeros bungalows sobre pilotes fueron construidos en el hotel Bali Hai de Raiatea. Siguieron los bungalows sobre pilotes el hotel Bali Hai de Moorea y no transcurrió mucho tiempo para que los del hotel Bora Bora hicieran lo propio basándose en el diseño de los “Bali Hai Boys”. En la actualidad, los bungalows sobre pilotes son disfrutados por millares de personas en todo el mundo, que ven en esta modalidad de alojamiento una reencarnación del paraíso.
En la actualidad, tras 50 años de desarrollo turístico, hay 884 bungalows sobre pilotes en 22 hoteles en 7 de Las Islas de Tahití que ofrecen a sus huéspedes lujos y naturaleza.
Originalmente construidos como casas tradicionales sobre pilotes que permitían a los huéspedes observar los peces tropicales nadar bajo unos paneles de cristal colocados en el suelo – lo que se conoce jocosamente como “la televisión de Tahití”-, a lo largo de las cinco últimas décadas los bungalows sobre el agua de las Islas de Tahití han evolucionado para convertirse en unos palacios flotantes que ofrecen todas las comodidades de un hotel del lujo, con terrazas, piscinas, hamacas, baños con spa y los característicos suelos de cristal. Además el desayuno puede ser traído con una canoa con balancín.
“Para muchos viajeros que buscan el lugar perfecto en el Pacífico Sur, alojarse en un bungalow sobre pilotes es una experiencia única, enmarcados en la increíble belleza natural de Las Islas de Tahití”, afirma Paul Sloan, director general de Tahití Turismo.
Resort Royal Huahine en Tahití. Imagen de http://www.royalpolynesiahotel.com
Bungalows de Le Meridien, en Tahiti: imagen http://www.lemeridientahiti.com