Guiarte.com. Bogotá, Colombia, 21/08/2017
Aparente ingenuidad. Pintores primitivistas en la Colección de Arte del Banco de la República, exposición organizada por la historiadora Sigrid Castañeda, recoge el trabajo de nueve pintores primitivistas colombianos que se destacaron durante la segunda mitad del siglo XX
Los autores que integran esta exposición se convirtieron en artistas pretensiones especiales, para ellos pintar fue algo hicieron porque sí y como podían, sin preocuparse en exceso si trabajaban con acrílico, acuarela o vinilo, si las escenas tenían perspectiva o si las proporciones del cuerpo eran correctas; lo importante era preservar en cada cuadro un pedazo de sus vidas: unos paisajes, un sueño, unos personajes con los que convivieron o unas historias escuchadas.
En Colombia el arte ingenuo tuvo una época de esplendor entre las décadas de 1960 y 1980; sin embargo se reconocen referentes de periodos anteriores, por ejemplo los imagineros religiosos, pintores y artesanos de la Colonia y del siglo XIX, que sin formación pero con más talento y voluntad que formación artística reprodujeron a su manera las láminas y las estampas de los santos de mayor devoción que llegaron desde Europa.
Los artistas que integran esta exposición son en sí mismos “personajes dignos de admiración que parecen extraídos de una historia de ficción” según reza la nota de prensa que da cuenta de la muestra. Por ejemplo: María Villa (1909 – 1991) una mujer antioqueña que trabajó como empleada doméstica y boticaria, quien tras enamorarse de un pintor 32 años más joven que ella, empezó a dibujar retratos e imágenes religiosas; Marco Tulio Villalobos (1910-1990) , un reconocido futbolista que ocupó la posición de arquero en el América de Cali por muchos años, y que “buscándose la vida” terminó por convertirse en pintor cuando ya llegaba a los 60 años; o —quizá el más reconocido de todos— Noé León, un santandereano viajero que después de ser policía, zapatero, pintor de brocha gorda y vendedor ambulante, terminó pintando paisajes y escenas del Caribe que, para su buena fortuna, impresionaron al artista Alejando Obregón y a todos los intelectuales que se reunían en el bar La Cueva de Barranquilla.
“Lo que se observa es el carácter individual del artista en cada pintura, su historia personal y su desarrollo autónomo e independiente con respecto a los otros artistas inscritos en este movimiento”, comenta Castañeda.
En total se exhiben 66 pinturas, entre ellas diez obras de Noé León que, tras permanecer fuera del país por más de cuarenta años y ser expuestas a condiciones que las deterioraron considerablemente, fueron adquiridas por el Banco de la República y sometidas a un riguroso proceso de restauración. Ahora el público las podrá apreciar por primera vez.
Los autores incluidos en esta muestra son: Noé León, Sofía Urrutia, María Villa, Luis Fonseca, Marco Tulio Villalobos, Diógenes Bustos, Darío Benítez, Edison Lara y Alberto Velandia, Marcial Alegría entre otros.
Más información http://www.banrepcultural.org/coleccion-de-arte-banco-de-la-republica/aparente-ingenuidad
La tigresa. Noé León. Colección de Arte del Banco de la República
El buen pastor. María Villa.. Colección de Arte del Banco de la República.
Pietro Crespi lee mientras Amaranta borda; obra de Luis Fonseca.. Colección de Arte del Banco de la República.