Viena, junio de 2006
La belleza de las esculturas de Juan de Bolonia entusiasmaba a los Medici en el siglo XVI:, ahora, ese arte se podrá admirar del 27 de junio al 17 de septiembre de 2006 en el Museo de Bellas Artes de Viena.
La muestra se realiza en colaboración conjunta con el museo Florentino de Escultura y el Nacional del Bargello, aportando en conjunto una importante selección de obras, desde monumentales piezas de mármol y bronce a trabajos de pequeño formato de este artista que, afanado por conseguir la imagen humana ideal y la pose perfecta, marcó el arte escultórico europeo hasta bien entrado el siglo XVII.
Se presentan esculturas de tamaño real, además de numerosas figuras de bronce pequeñas, entre ellas “La Venus después del baño“, así como modelos de cera y terracota. Aparecen en esta exposición, la más importante sobre el autor celebrada en los últimos 30 años, préstamos privados de todo el mundo, en parte nunca mostrados al público,.
Juan de Bolonia
Nacido en Douai en 1529, Juan de Bolonia, Jean Boulogne o Giambologna, se trasladó a Mons para aprender junto a Jean Dubroecq. Viajo a Italia en 1550, con objeto de conocer el arte de la antigüedad, paso tiempo en Roma y sobre todo en Florencia, donde murió en 1608.
Su estancia en Italia le permitió entrar con el arte antiguo y también con Miguel Angel, de quien aprendería bastante en el tratamiento de la figura humana.
El artista figuró entre los escultores de más éxito del Renacimiento tardío. Consiguió triunfar en la corte de los Medici, tan interesados por el arte, quienes se asombraron ante los impactantes en mármol y bronce plenos de gracia y movimiento que hacía este artista que en buena medida, ocupó un espacio que quedó vacío en La Toscana con la marcha de Miguel Angel.
En Florencia ejerció notable influencia. Allí dejó "El Rapto de la Sabina", una de sus obras cumbre, en la que se descubre su genio en el tratamiento del movimiento, con ese sentido helicoidal de la estatua, reforzado por la posición de las manos de la mujer desnuda raptada, cuyo ademán parece una súplica a los dioses. Más que un rapto, el conjunto pareciera una danza. Rastros manieristas, gestos ampliados, figuras alargadas, confluyen con el movimiento de las tres figuras, para generar una obra que ha sido estudiada e imitada durante mucho tiempo.
Realizó otras esculturas de temas religioso y profano: Mercurio, Venus... siempre con ese estilo ágil e innovador.
Kunsthistorisches Museum(Museo de Bellas Artes), I, Maria-Theresien-Platz.
www.khm.at
Tel. +43–1–525 240
Venus, de Juan de Bolonia, en la muestra del Kunsthistorisches Museum