Guía de Berlín

La ciudad

Situada al noreste de Alemania y con una población de 3,4 millones de habitantes, la urbe de Berlín, actual capital de Alemania, ofrece al viajero un panorama en el que se entremezclan tradición y vanguardia.

Berlín se revela al visitante como una ciudad de gran esplendor, gracias a las obras de algunos de los mejores arquitectos mundiales y a su gran actividad cultural.

Una décima parte de la población de Berlín está formada por inmigrantes, en su mayoría turcos, italianos, polacos y rusos. Esa multiculturalidad se refleja en la vida diaria de la ciudad, desde su gastronomía hasta la amabilidad y tolerancia de sus habitantes. Tanto es así, que el lugar recibió en 2009 el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia por su espíritu pacífico.

Berlín ha sido testigo de la parte más convulsa de la historia de Alemania, por lo que sus edificios han tenido que ser reconstruidos en muchas ocasiones, aunque aún se pueden ver los vestigios del terror y de la destrucción. Con la intención de que estos hechos no se vuelvan a producir, la ciudad ha levantado varios monumentos que homenajean y recuerdan a las víctimas de las dos grandes guerras.

En esta amable ciudad hay muchísimas cosas que ver: palacios, miradores, monumentos y templos, así como hermosos lugares ocultos, que ofrecen descanso y sosiego a visitantes y turistas.

La ciudad sorprende al viajero, en una orgía arquitectónica y cultural, en la que se contraponen zonas como la isla de los Museos, nacida como consecuencia del auge por compartir con el pueblo colecciones de arte pertenecientes a las familias reales, o la Postdamer Plazt, en la que se alzan modernos edificios como el Sony Center o el Daimler-City.

El clima es benigno en verano, con temperaturas muy agradables. La humedad es constante todo el año, aunque es menor en primavera y otoño. Los inviernos son muy fríos, con temperaturas bajo cero. Estos datos son importantes a la hora de planear nuestro viaje.

La historia

Salvo los contratiempos graves causados por los horrores de la época nazi, Berlín ha experimentado un continuo desarrollo histórico.

La fundación de Berlín tuvo lugar en el año 1307 con la unificación de dos asentamientos de comerciantes y navegantes de Cölln y Berlín.

En 1415 Berlín es elegida capital del Estado de Brandeburgo, uno de los muchos estados que componían el Sacro Imperio Romano Germánico.

Desde principios del siglo XV y durante 500 años Berlín estaría gobernada por la dinastía de los Hohenzollern, una familia noble procedente del sur de Alemania. Los Hohenzollern convierten Berlín en un centro de poder, arte y cultura, por lo que la urbe experimenta un creciente asentamiento de comunidades judías y hugonotes.

Bajo el reinado de los Hohenzollern, Berlín se ve embellecida con majestuosos edificios como el Forum Fridericianum, el Gendarmenmarkt o el famoso palacio de Sanssouci.

Entre 1806-08 las tropas de Napoleón ocupan Prusia y Berlín. La resistencia de la población alemana culmina en la guerra de liberación de 1813.

En este mismo siglo, y con la llegada de la revolución industrial los oficios y la artesanía se ven afectados. Esto, junto a las pésimas condiciones de trabajo y la miseria resultante de las malas cosechas y el aumento de precios de los alimentos provocaron levantamientos repetidos. Esta revolución civil finaliza en 1848, cuando el rey Federico Guillermo IV se ve obligado a hacer concesiones políticas y reformas en la constitución.

Casi 1 millón de personas vivían en Berlín y sus suburbios a principios de 1871.

Ese mismo año, tras la victoria de Prusia sobre Francia, se produce la unificación del reino alemán. El rey Guillermo I de Prusia es proclamado emperador de Alemania en Versailles y Berlín se convierte en capital del reino.

El auge económico de Berlín se ve reflejado en la construcción de grandiosas avenidas y residencias señoriales.

Con el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), a la que le seguiría dos décadas después la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Alemania queda completamente devastada por las potencias vencedoras.

Capital de la Alemania nazi, la mayor parte la ciudad de Berlín es destruida por los bombardeos aéreos de la aviación de Estados Unidos e Inglaterra y por las batallas terrestres contra el ejército soviético.

En verano de 1945, las tropas de EE. UU., Gran Bretaña y Francia entran en Berlín como vencedores y ocupantes. Junto con su aliado en la guerra, la Unión Soviética, debían ocupar y liberar del nacionalsocialismo al Reich alemán, vencido en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, Berlín se convirtió en el escenario de todas las disputas que pasaron a la historia con el nombre de Guerra Fría.

Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia fusionan sus zonas de influencia en lo que se convierte en la República Federal de Alemania (RFA). Berlín queda en zona ocupada por el ejército soviético. La ciudad es dividida en cuatro sectores. La URSS crea un estado comunista que se convierte en la República Democrática Alemana (RDA) y nombra Berlín capital de dicha república. La gran migración de alemanes de la RDA a la Alemania Federal, causada por la problemática situación económica y política, promueve la construcción del muro, que permanecería durante 28 años separando ambos sectores, y que se derribaría el 9 de noviembre de 1989.

En 1990 deja de existir la RDA y tras la reunificación alemana Berlín vuelve a ser elegida capital de Alemania.