Alcalá: por el camino de la Lengua
Con el nombre de Complutum -del que se deriva el gentilico complutense- esta ciudad fue fundada por los romanos en el siglo I a.C.
Hoy el viajero no debe dejar de visitar los restos de la ciudad romana, con sus destacadas termas y un excelente mosaico. Un acontecimiento especial, el martirio de los niños Justo y Pastor en la persecución del emperador Diocleciano y el descubrimiento de sus restos un siglo más tarde harán posible el inicio de un núcleo de población, que será el germen de la villa medieval.
A mediados del siglo VIII es dominada por los musulmanes, que construyen un castillo, llamado Qal´at abd al-Salam (castillo de al Salam), del que deriva el actual nombre de Alcalá de Henares.
Reconquistada en el siglo XII, en 1293 el obispo García de Gudiel funda los Estudios Generales, precedente de la Universidad que fundó Cisneros en el siglo XVI, que, con el siguiente, fue la época de máximo esplendor de la ciudad.
Los siglos XVIII y XIX -en 1836 se trasladó la Universidad a Madrid- son de franca decadencia, y la ciudad cambió las letras por las armas.
El desarrollismo de la segunda mitad de la actual centuria la convierte en un notable foco industrial. Pero será en 1977, con la creación de la Universidad de Alcalá, cuando recupere su verdadera dimensión de centro universitario, histórico por otra parte. No en vano es el primer campus universitario de la historia moderna. En él se mantiene el espíritu de Cisneros, lo que le ha valido a la ciudad ser declarada Patrimonio de la Humanidad.
Este hecho se convierte en auténtico dinamizador de una ciudad en la que, como en pocas, conviven la fuerza de la industria y el esplendor de la sabiduría, que han de complementarse, la modernidad y su ritmo trepidante con la tradición y el sabor de autenticidad. Por eso es una ciudad diferente, especialmente la que se aglutina en el casco histórico.
Es una ciudad para pasear y sentir. Pocas otras permiten, dados de la mano, un largo paseo por los orígenes latinos, la rica fluencia de la lengua y la literatura, el convivir medieval de tres culturas -moros, judíos, cristianos- o por el fulgor de una ciudad que atrajo en su época la mirada de otros mundos y otras gentes.
Alcalá de Henares permite al viajero esta mirada y otras muchas. De ambiente sereno, clásico y monumental, es una ciudad viva.
Monumento a Cervantes. A. García-guiarte. Copyright
Sepulcro de Cisneros. Foto Alfonso Golzalez-guiarte. Copyright