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Etapas Rheintal

El recorrido de esta ruta se divide en tres etapas llenas de interesantes enclaves e historias.

Las etapas Etapa 1 Etapa 2 Etapa 3

Las etapas

Vamos a dividir el recorrido de este pasillo en torno al Rin Central por ambas orillas, en tres etapas.

Etapa 1
Rüdesheim, Lorch, Kaub, Sankt Goarshausen (Loreley), Wellmich, Kestert, Osterspai, Braubach(Marksburg), Lahnstein, hasta Coblenza. Unos 70 kilómetros.

Etapa 2
Coblenza y alrededores.

Etapa 3
Coblenza, Boppard, Sankt Goar, Bacharach, Binguen. Una ruta de unos 70 kilómetros.

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Etapa 1

Rüdesheim, Lorch, Kaub, Sankt Goarshausen (Loreley), Wellmich, Kestert, Osterspai, Braubach(Marksburg), Lahnstein, hasta Coblenza.

En el Rheingau el Rin interrumpe su viaje hacia el norte y emprende un súbito destino hacia el oeste, que termina pasado Rídesheim.

Poco antes de llegar a Rídesheim, entre esta ciudad y Wiesbaden, está la abadía de Eberbach, fundada en 1136 por cistercienses procedentes de Borgoña, portadores de una gran experiencia de cultivo vinicola, base económica del centro religioso, que terminó sus días en 1803. Interesante el claustro (quedan dos lados góticos), la sala capitular y la austera iglesia.

Rídesheim está dominada por la fortaleza de Brцmserberg, antaño residencia de los obispos de Maguncia, del siglo XII, con un museo del vino. La población tiene su atracrtivo mayor en torno a la Drosselgasse, con sus establecimientos de vino. La calle es corta y está en el centro del casco viejo.

Siguiendo la ruta hacia el norte, aparecen las ruinas del castillo de Ehrenfels, fortaleza del siglo XIII, construida por orden del obispo de Maguncia, y donde se cobraba el tránsito a los pasos de mercancías. Como muchos castillos de la zona, quedó destrozado en 1689 por los franceses.

Pasado AЯmannshausen, se sigue en dirección norte, bordeando el río en dirección a Lorch, y contemplando las siluetas de la orilla opuesta donde están Rheinstein, Reichenstein, Sooneck y la fortaleza arruinada de Fírstenberg.

En Lorch, una parada. La pequeña ciudad discurre a la orilla del río, entre viñedos, y posee una hermosa iglesia parroquial del siglo XIV, San Martín, que conserva excelentes piezas en su interior, como el retablo gótico, del año 1483, y la sillería del coro, de la misma época. La casa Hilchenhaus también tiene una interesante fachada, del siglo XVI.

Siguiendo hacia el norte, pronto se sorprenderá el viajero al contemplar el castillo Pfalzgrafenstein, originario del siglo XIV, hecho sobre un peñón en medio del Rin, como puesto de aduana en el propio cauce. Cerca encontraremos a Kaub, cuyos muros nos recordarán la historia de este lugar en el que los prusianos se hicieron fuertes para avanzar hacia el otro lado del río en 1814. Domina la población el castillo de Gutenfels, de sencilla estructura y torre cuadrangular.

Seguimos en la ruta hacia el norte. Al otro lado del río se perfila Oberwesel, junto al castillos de Schцnburg. El paisaje se hace más agreste y aparece el Loreley, un promontorio rocoso de algo más de un centenar de metros de altura, en cuyo alto el viajero dispone de un centro de visitantes y teatro al aire libre.

Es esta tierra de leyendas, en las que se sigue hablando de tesoros del fondo de Rin. El río camina estrechado entre montes. Aquí apenas tiene 150 metros de ancho el paso, y la corriente es fuerte y profunda. Antaño, las rocas y las corrientes causaban frecuentes naufragios. La leyenda decía que la dama de Loreley, que cantaba desde el roquedo, seducía a los jóvenes y los llevaba al naufragio. La propia mujer se tiró del acantilado para remediar la fatalidad de su encanto.

El Loreley es un excelente mirador. A sus pies está San Goarshausen, localidad que aún tiene restos de sus muros y sendos torreones que testimonian el pasado. Se accede a la montaña desde el propio San Goarshausen. Al lado de ésta pequeña ciudad está también el castillo de Neu-Katzenelnbogen (Burg Katz). El castillo también tiene su leyenda. Se cuenta que los condes Katzenelnbogen, cuando hicieron este castillo, lo denominaron Katz (gato), para afrentar al del arzobispo de Treveris (escasos kilometros más al norte), al que denominaron como Maus (ratón).

El castillo de Maus, se conoce tambien con el nombre de Deuernberg, se halla al lado de la población de Wellmich y aunque en los inicios del XIX quedó prácticamente destruido, posteriormente se ha rehecho con un criterio escasamente histórico.

Al lado de Bornhofen, cuando el Rin inicia un complicado meandro, aparecen dos castillos: Sterrenberg y Liebenstein. Se dice que fueron de sendos hermanos enemistados. Desde las ruinas de Liebenstein se tiene una magnífica vista que domina el valle y el Sterrenberg. Este último tiene su origen remoto; se dice que es el más antiguo de esta zona. Los primeros testimonios escritos del mismo están datados en 1034.

Pasados estos lugares, la ruta, cercana al río, sigue las sinuosidades del cauce hasta enfrentar la silueta poderosa del castillo de Marksburg, en Braubach; el único de este territorio que -según reza su propaganda- no ha sido destruido nunca.

Esa característica, sus sucesivas ampliaciones, y el uso permanente del mismo han facilitado su conservación. Su construcción se remonta al siglo XII, pero sufrió diversas ampliaciones para su adecuación a los tiempos y a los usos, pues, por ejemplo, en el siglo XIX fue una prisión. Hoy el castillo se presenta orgulloso, especialmente con su altísima torre del homenaje. Es la sede de la Asociación Alemana de Castillos. Se puede visitar. Tiene interesantes piezas interiores, como la sala de armas, y un excelente jardín.

Se puede subir al castillo desde Braubach, media hora andando: En Braubach tambien hay otros atractivos que muestran su larga historia, como la poderosa torre de Obertor, y algunas bellas casas de entramados de madera, del siglo XVI, entre ellas la villa Philippsburg, realizada en 1568 cuando los Landgraves de Hessen-Rheinfels dejaron de habitar el castillo de Marksburg.

El ultimo perfil altivo que nos despide este tramo del viaje, antes de entrar a Coblenza es el castillo de Lahneck, en Lahnstein. Este monumento estaba ruinoso en el siglo XIX y fue restaurado con criterios neogóticos, por un empresario inglés.

No faltan las referencias literarias al castillo. Victor Hugo, se refirió a esta enclave ruinoso donde se mezclaban las nubes y el sol; también, tiempo antes, Goethe había admirado los muros derruidos de lo que fue un poderoso fuerte de los príncipes electores de Maguncia, originario de 1240, construido donde se junta el Lahn al Rin, dominando la comuna de Lahnstein y su mina de plata. Entre las dependencias destacadas la capilla, gótica y el torreon pentagonal, desde el que se ve la unión de los ríos Lahn y Rin.

Otro elemento destacado de Lahnstein es la iglesia de San Juan Bautista, cuya torre altiva se divisa desde la lejanía, aunque hay más elementos históricos, puesto que el origen del lugar se remonta a tiempos romanos, cuando se ubicó un lugar fortificado en el punto donde se juntan los dos río.

La vieja torre de piedra del fuerte romano dió nombre al pueblo. En la Edad Media el lugar fue cercado de fosos y muros, con 16 torres, y con un castillo, Martinsburg, cuya atalaya hexagonal aun pervive. Quedan en el lugar otros elementos de periodo gótico y románico y un tipico ayuntamiento del entorno de 1500.

La torre Ratón (Maeuseturm) en el mismo Rin y al fondo las ruinas del castillo Ehrenfels, al lado de Rüdesheim. GNTB

La torre Ratón (Maeuseturm) en el mismo Rin y al fondo las ruinas del castillo Ehrenfels, al lado de Rüdesheim. GNTB

Castillo Pfalzgrafenstein, en el Rin. GNTB/ Merten, Hans Peter.

Castillo Pfalzgrafenstein, en el Rin. GNTB/ Merten, Hans Peter.

Castillo Katz, frente a St. Goar, sobre St. Goarshausen. Marth Gundhard

Castillo Katz, frente a St. Goar, sobre St. Goarshausen. Marth Gundhard

La montaña de Loreley, dominando el transcurso del Rin Central. GNTB/Scherf, Dietmar

La montaña de Loreley, dominando el transcurso del Rin Central. GNTB/Scherf, Dietmar

Etapa 2

El ascenso por la orila este del Rin finaliza en Coblenza (Koblenz) lugar de larga tradicición histórica donde se juntan los valles del Mosela y del Rin.

En Coblenza se respira el pasado. En sus alrededores, los castillos y fortalezas nos lo muestran: Ehrenbreitstein, Lahneck, Stolzenfels dan fe de ello; las iglesias del lugar y del entorno, como la de María Laach, nos indican el vigor de la religión en este corazón de Renania. La ciudad posee algo más de 100.000 habitantes, es la tercera mayor de Renania Palatinado.

En el imperio romano, un puesto militar se estableció en esta zona estratégica. Fue el nacimiento de Coblenza. Un escrito del año 30 d.C., ya habla del fuerte "apud confluentes", en referencia a este punto que crecería en la Edad Media bajo el dominio de los poderosos arzobispos de Tréveris.

El casco histórico de Coblenza, aglutinado en el entorno de la plaza de San Florín, la Liebfraunkirche, y la Jesuitenplatz, conserva algunas edificaciones de interés artístico e histórico.

Pero el punto más famoso de la ciudad es el Deutsches Eck, el rincón alemán, donde confluyen los dos grandes ríos y en el que se ha homenajeado la unificación Alemana, con un monumento que recuerda al emperador Guillermo I. La Estatua fue derribada en la Segunda Guerra Mundial, por el ejército de Estados Unidos; pero en 1993 se volvió a erigir una réplica.

Cerca está el templo de San Kastor, edificado sobre otro templo anterior, consagrado en el año 836, en el que se negociaron las cláusulas del tratado de Verdún, en el siglo IX, acuerdo por el que se partiría el Imperio Romano Germánico entre los tres nietos de Carlomagno. La iglesia actual es del siglo XII. En el exterior destaca el poderío de sus torres, y en el interior, bajo una cubierta ya gótica, destacan los sepulcros de algunos arzobispos de Tréveris.

El castillo Ehrenbreinstein se halla al otro lado del Rin. La fortaleza es del entorno del año 1000, perteneciente entonces a los arzobispos de Tréveris. En 1799 los franceses la dañaron gravemente, pero en el inicio del XIX los prusianos, dominadores de Renania desde 1815(Congreso de Viena), la rehicieron de nuevo.

En la fortaleza hay un museo de la región. Desde la terraza se disfruta una excelente vista sobre la ciudad y la región de Coblenza. Ehrenbreinstein está a 118 metros de altura sobre el cauce del río, enfrente del Deutsches Eck.

En las afueras de la ciudad de Coblenza encontraremos otros elementos de interés. La Abadía de María Laach, contruida al borde de un crater volcánico y fundada en el año 1093 es una construcción llena de armonía. La iglesia es del siglo XII. Cerca, está también Bad Ems población turística y balnearia.

Otro centro digno de ser visitado es Andernach, al norte de Coblenza, cercano al Rin. Su mayor atractivo es la enorme torre circular, elemento defensivo del siglo XV.

En Coblenza se halla gastronomía con sabor renano y tambien cocina internacional. Toda esta zona del Rin es conocida por sus vinos desde tiempos medievales.

Iglesia colegiata de St. Kastor. GNTB/Schwarz, Astrid

Iglesia colegiata de St. Kastor. GNTB/Schwarz, Astrid

El punto más famoso de Coblenza es el Deutsches Eck, donde confluyen los ríos Rin y Mosela. GNTB/ Kaster, Andreas.

El punto más famoso de Coblenza es el Deutsches Eck, donde confluyen los ríos Rin y Mosela. GNTB/ Kaster, Andreas.

Bad Ems. Casino. GNTB/ Marth, Gundhard.

Bad Ems. Casino. GNTB/ Marth, Gundhard.

Etapa 3

De Coblenza a Bingen: Rhens, Boppard, St. Goar, Owerwesel, Bacharach y Bingen.

La tercera etapa arrancaría de Coblenza hacia el sur, en dirección a Bingen. Apenas rebasada la ciudad nos encontraremos con el castillo Stolzenfels, enfrente de la población de Lahnstein, ante la desembocadura del Lahn.

La fortaleza es originaria del siglo XIII, y quedó prácticamente arrasada en el siglo XVII. Luego, en el siglo XIX fue entregada por la ciudad a Federico Guillermo IV de Prusia, tras el control prusiano del territorio. Entonces se encargó la reconstrucción de la misma a Karl Frierich Schinkel, quien la transformó en un castillo neogótico. Hoy es un excelente mirador y uno de los enclaves románticos del territorio.

Poco más adelante está Rhens, lugar que conserva algunos edificios históricos con los bellos entramados de madera, pese al destructor paso de la Segunda Guerra Mundial, que afectó a toda esta zona. Entre ellos está, el viejo ayuntamiento. También conserva resto del "Kцngsstuhl", sala de reuniones de los electores del imperio.

La ruta prosigue hacia el sur. Al otro lado del río se percibe la magnífica silueta del castillo de Marksburg. El río enfila el meandro de Boppard y antes de llegar a esta población se halla el mirador de Gedeonseck, que permite contemplar el paisaje espectacular.

Boppard se halla ya a unos 20 kilómetros al sur de Coblenza. Tiene origen romano. Una "mansión" que fue transformada en fortaleza en el siglo IV, de la que quedan restos. En el lugar destaca la colegiata de San Severino, construida sobre las termas romanas, de estilo románico tardío. también tiene interés la abadía carmelita, de gótico tardío.

Avanzando al sur de Boppard pronto aparece Bad Salzig, una pequeña localidad balneario. El negocio de las aguas medicinales surgió en la primera década del siglo XX, cuando se localizaron unos manantiales que brotan desde 400 metros de profundidad y que han dado vigor a la población.

El camino sigue hacia el sur, al lado del río. El viajero puede contemplar en la otra parte del río los castillos de Liebenstein y Sterrenberg, antes de llegar a Hirzenach, con su colegiata originaria del siglo XII, en torno a la cual se arracima la pequeña población.

Llegamos así a la zona de Loreley. Casi enfrente del peñón se halla Sankt-Goar, dominada por la mole del castillo Burg Rheinfels, entre los más grandes de la zona. Esta fortaleza es originaria del siglo XIV, y remodelada en siglos sucesivos, convirtiéndose en uno de los centros mas poderosos del entorno hasta que fue destruido en gran parte por los franceses en 1797.

Poco más al sur, pasado ya el Loreley, se llega a Oberwesel lugar que conserva algunas edificaciones antiguas, fortificaciones, sendas iglesias góticas y el castillo medieval de Schцnburg. Todo ese bagaje del pasado impactó en Victor Hugo, quien contempló en los monumentos el destrozo de las guerras. El escritor, cuando conoció el lugar escribió: "Oberwesel semeja un viejo soldado transformado en viñador, y su vino tinto es excelente".

El castillo de Schцnburg es un tanto extraño; una amalgama de torres y edificios que parece más bien un conjunto de fortalezas. El hecho se explica tal vez porque desde el siglo XIII compartieron el recinto varias familias nobles.

Seguimos hacia el sur, gozando de hermosura del paisaje, con el Rin avanzando entre lugares y fortalezas para llegar a Bacharach, ciudad ubicada a la entrada del valle de Steeger, centro comarcal de una serie pequeñas ciudades en la que se muestra la presencia señorial en fortalezas como Stahleck, Stahlberg y Fírstenberg.

Bacharach tiene encanto, con casas de entramados y una serie de edificios de interés como la capilla Werner, de estilo gótico final, y la iglesia de San Pedro, de notable valor constructivo, originaria del siglo XII. También perviven importantes elementos de las antiguas fortificaciones.

El castillo de Stahleck, encargado por el arzobispo de Colonia en el siglo XII, para controlar este enclave fue volado en el final del siglo XVII por los franceses. Los restos de la voladura destrozaron incluso partes del pueblo, entre éstas la capilla Werner.

Estamos ya en el tramo final del territorio declarado Patrimonio Mundial. Se siguen sucediendo las fortalezas. Al restaurado castillo de Soonek sigue el de Reichenstein, uno de los más antiguos del Rin Central, que pasó a manos de los arzobispos de Maguncia y luego decayó por mor de guerras y abandonos, hasta que en XIX se reconstruyó con aires más romanticos que historicistas.

Luego llega Rheinstein. Originalmente la fortaleza se llamaba Fatzberg, pero un principe prusiano compró sus ruinas en el siglo XIX y lo recostruyó tambien con aires góticos. De paso, le cambió el nombre. Un excelente mirador.

La ruta llega al fin. Antes de llegar a Bingen, aparece a la izquierda la Mдuseturm, con la fortaleza de Ehrenfels, en la margen oriental del río.

Bingen, la Bingium romana, es el final. Allí está el Niederwald, erigido en 1883 para conmemorar la unificación de los estados alemanes. Allí, la estatua de Germania de 10 metros de altura, domina el valle del Rin. Mantiene la corona imperial en la mano derecha y la espada en la izquierda, dominando un paisaje sobre los viñedos. Al fondo la región de Rheingau, famosa tambien por sus vinos.

Castillo palacio de Stolzenfels, cerca de Coblenza. GNTB/Scherf, Dietmar.

Castillo palacio de Stolzenfels, cerca de Coblenza. GNTB/Scherf, Dietmar.

Anocheciendo, sobre en Rin, en Bacharach. GNTB/ Scherf, Dietmar.

Anocheciendo, sobre en Rin, en Bacharach. GNTB/ Scherf, Dietmar.

Casas de entramados de madera, antigua municipalidad de Bacharach. GNTB/Scherf, Dietmar. Deutsche Zentrale für Tourismus.

Casas de entramados de madera, antigua municipalidad de Bacharach. GNTB/Scherf, Dietmar. Deutsche Zentrale für Tourismus.

Castillo Klopp, al lado de Bingen. GNTB/Schwarz, Astrid.

Castillo Klopp, al lado de Bingen. GNTB/Schwarz, Astrid.

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