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Qué ver en Barcelona

Visitas y monumentos y otras cosas que hay que ver en Barcelona

El patrimonio barcelonés Las Ramblas El Barrio Gótico La catedral de Barcelona Plaza del Rei Santa María del Mar Carrer Montcada La Sagrada Familia La Pedrera Otras citas modernistas en Barcelona Montjuïc El Pueblo Español El Viejo Puerto El Puerto Olímpico Los parques El Tibidabo Otros puntos de interés La Torre AGBAR El Parque Güell Hospital de Sant Pau

El patrimonio barcelonés

Toda la ciudad de Barcelona tiene elevado interés cultural para el viajero.

Si viene por carretera, se percatará de ello cuando llega a la Diagonal, y se enfrente a una magnífica arteria recta, donde hallará lugares de interés; Pedralbes, L´Illa... hasta acceder al entorno del paseo de Gracia, centro del modernismo.

Si llega por avión, entrará en Barcelona por la Gran Vía de las Cortes Catalanas, donde también apreciará elementos de valor. Y si accede en barco... verá una ciudad que se muestra al mar y se presenta abierta y bella.

Hay muchas Barcelonas: la antigua, la del entorno de la Ciudadela, la del Ensanche, la de Montjuïc, pero quizá el eje vertebrador de toda la ciudad es Las Ramblas, bulliciosas; arteria que recoge la urbe dinámica del entorno moderno y la conduce, en medio de un paseo umbroso, multicolor, multilingüe, multirracial, al horizonte infinito del mar.

En esta Barcelona universal, guiarte.com te recomienda los principales puntos.

Rosetón gótico en la iglesia de Santa María del Pi. Imagen de Vicente González. Guiarte.com

Rosetón gótico en la iglesia de Santa María del Pi. Imagen de Vicente González. Guiarte.com

Las Ramblas

La arteria vital de Barcelona, llena de puestos coloristas de pintores, o vendedores de pájaros; lugar para el encuentro, el paseo o la inmovilidad de los mimos.

Es además territorio de la cultura(teatro del Liceo) o de la compra(mercado de la Boquería). Rambla deriva del árabe y significa riachuelo seco. Hasta el siglo XVIII, La Rambla era eso, un torrente por donde discurrían a veces las aguas, y por el que subía un camino cercano a las viejas murallas.

Desde su comienzo, junto a la plaza de Cataluña hasta su llegada al monumento a Colón, junto al mar, la vía toma diversos nombres:

Rambla de Canaletes, con su popular fuente del siglo XIX. Dicen que quien bebe de esta fuente regresa siempre a Barcelona; es un popular centro de celebraciones festivas y triunfos del Barça.

El tramo siguiente es la rambla dels Estudis (de los Estudios), en memoria del Estudio General o Universidad de Barcelona, suprimida por Felipe V y convertida en cuartel. El edificio se derribó en el XIX

Luego llega la rambla de les Flors o de Sant Joseph, en recuerdo de un viejo convento. Por esta zona se halla el popular mercado de la Boquería

El siguiente tramo es la rambla del Centre o de los Caputxins, nombre debido al viejo convento de frailes capuchinos. Es una zona de alto interés: se inicia junto al teatro del Liceu y pasa ante el Palau Güell, otro ejemplar neogótico de Gaudí, y la magnífica y animada Plaza Reial, de 1850, con las farolas también de Gaudí.

El último recorrido –primero si se inicia desde el mar- es la rambla de Santa Mónica, por la parroquia que le da nombre, y que llega hasta el monumento a Colon. El almirante de la Mar Océana vigila desde lo alto de una columna de 60 metros de altura. Es una obra del XIX, hecha para la exposición universal de 1888. marca el punto donde Colón desembarcó para presentarse a los reyes tras su llegada de América. Un ascensor permite la subida a lo alto, para divisar el puerto y la ciudad.

Las Ramblas, en Barcelona, siempre son territorio animado. Guiarte.com

Las Ramblas, en Barcelona, siempre son territorio animado. Guiarte.com

Fuente pública en el encuentro de la calle Portaferrissa con las Ramblas, recordando las viejas murallas. Imagen de Vicente González. Guiarte.com

Fuente pública en el encuentro de la calle Portaferrissa con las Ramblas, recordando las viejas murallas. Imagen de Vicente González. Guiarte.com

Las Ramblas se inician en una de las esquinas de la plaza de Cataluña. Imagen de Vicente González. Guiarte.com

Las Ramblas se inician en una de las esquinas de la plaza de Cataluña. Imagen de Vicente González. Guiarte.com

El Barrio Gótico

Pasear por el llamado Barrio Gótico es entrar de lleno en la historia de Barcelona.

Se trata del centro histórico tradicional de la ciudad. Un paseo por el mismo puede iniciarse en la Plaza de San Jaime; núcleo político barcelonés desde hace 2000 años.

Esta plaza es el antiguo foro romano. Hoy, a un lado está la Casa de la Ciudad, el ayuntamiento, con partes que datan del siglo XIV y sobria portada neoclásica. Entre sus elementos de interés, el Salón de Cent, construido como lugar de reunión de los concejales de la urbe.

Enfrente se halla el palacio de la Generalitat, con portada renacentista y patio de gótico final, unido a un edificio colindante mediante un puente neogótico de inspiración veneciana. Este palacio es la sede del gobierno de Cataluña.

Si seguimos por el estrecho carrer del Bisbe llegaremos hasta la catedral, edificio gótico, con una bella portada del siglo XIX, donde se encierran diverso elementos de interés.

Ante la portada del templo, a la izquierda, está la casa de l´Ardiaca, casa del archidiácono, hoy archivo histórico. Tanto esta como la casa de enfrente están construidas sobre la misma muralla romana, como se puede contemplar desde la explanada de delante de la catedral.

Vuelto atrás por la calle de los Condes de Barcelona aparece una manzana en la que está el interesante Museo Frederic Marès, el Palau del Lloctinent y el magnífico Palau Reial, con el salón del Tinell, gran sala gótica del siglo XIV, y la capilla de Santa Àgata, que descansa sobre las mismas murallas romanas.
El recorrido del Barrio Gótico también incluye el cercano Museo de Historia de la Ciudad, edifico gótico ubicado allí en el año 1931.

Barrio Gótico de Barcelona. Arco en el carrer Bisbe. Guiarte.com

Barrio Gótico de Barcelona. Arco en el carrer Bisbe. Guiarte.com

El Palacio de la Generalitat en Barcelona. Imagen de Vicente González/Guiarte.com

El Palacio de la Generalitat en Barcelona. Imagen de Vicente González/Guiarte.com

La sede del ayuntamiento de Barcelona, en la plaza Sant Jaume. Vicente González/Guiarte.com

La sede del ayuntamiento de Barcelona, en la plaza Sant Jaume. Vicente González/Guiarte.com

La catedral de Barcelona

Almanzor destruyó aquí una vieja basílica de tres naves; luego se hizo un templo románico, que fue suplantado por otro gótico, iniciado en 1298, en tiempos del rey Jaime II.

La fachada quedó inacabada y no se remató hasta 1913. Las torres gemelas octogonales son del XIV.

El interior, gótico, cuenta con tres naves. Cabe anotar diversos aspectos destacados, tales como la sillería del coro, del siglo XV; la capilla de San Benito, con un magnífico retablo de Bernat Martorell y la cripta de Santa Eulalia, con el sarcófago de esta mujer martirizada en tiempos romanos.

Entre los detalles curiosos del templo hay que citar una lápida ubicada junto a la pila bautismal.

Recuerda que en el lugar fueron cristianizados seis indios que Cristóbal Colón trajo de América en 1493.

El claustro gótico es umbroso, con vigorosas palmeras y una recoleta fuente en uno de sus ángulos, decorada con una estatua de San Jorge.

En los árboles del mismo no faltan las cotorras americanas (la especie exótica ha dominado Barcelona) que ponen un contrapunto gárrulo a la tradicional tranquilidad del bello recinto.

Detalle de la fuente del claustro de la catedral de Barcelona. Foto guiarte. Copyright

Detalle de la fuente del claustro de la catedral de Barcelona. Foto guiarte. Copyright

 La portada catedralicia barcelonesa. Guiarte.com

La portada catedralicia barcelonesa. Guiarte.com

Fachada principal de la catedral de Barcelona. Imagen de Vicente González/Guiarte.com

Fachada principal de la catedral de Barcelona. Imagen de Vicente González/Guiarte.com

Plaza del Rei

En la solitaria Plaza del Rei de Barcelona se ubican notables edificios medievales. Es un tranquilo y bellísimo espacio urbano.

En ella los músicos ambulantes suelen entretenerse con improvisados conciertos de flauta, que contribuyen a dar ambiente eterno al lugar.

La plaza integra uno de los conjuntos monumentales más vigorosos, íntimamente vinculados al pasado medieval de Cataluña:

El Palacio Real, residencia de los condes de Barcelona desde el siglo XIII, con el magnífico Salón del Tinell, en el que los Reyes Católicos recibieron a Colón tras su llegada de América. Es una notable sala gótica de grandes arquerías. Es un magnífico edificio que se ubica sobre bases romanas y visigóticas.

La parte más elevada integra el llamado mirador del Rey Martín, en recuerdo a Martín el Humano. Esta especie de rascacielos antiguo es en realidad obra del siglo XVI, impulsada por Carlos I, pero lleva el nombre de un rey anterior que edificó el mirador precedente en el lugar que está el actual.

Al lado esta el llamado Palacio del Lloctinent, obra de 1549 encargada también por Carlos I, y que se destinó a Archivo de la Corona de Aragón.

Enfrente, la capilla de Santa Àgata, empotrada en la misma muralla, edificación gótica, con un Retablo de Jaume Huguet, de 1464-65.

Jaime II de Aragón ordenó la construcción de este bello templo gótico de una nave, como oratorio del Palacio Real. Se hizo sobre la vieja muralla romana y se dedicó a Santa María, si bien acabó perdiendo este nombre porque allí se albergaron las reliquias de Santa Ágata. Iniciadas las obras en 1302, éstas incluyeron un airoso campanario octogonal. Más adelante se hizo el magnífico retablo de la Epifanía, por el artista Jaume Huguet

La capilla de Santa Àgata, empotrada en la misma muralla romana de Barcelona. Vicente González/Guiarte.co

La capilla de Santa Àgata, empotrada en la misma muralla romana de Barcelona. Vicente González/Guiarte.co

Atardecer sobre el entorno de la plaza del Rei. En primer término la torre de santa Àgata, y el mirador del rei Martí. Imagen de Vicente González/guiarte.com

Atardecer sobre el entorno de la plaza del Rei. En primer término la torre de santa Àgata, y el mirador del rei Martí. Imagen de Vicente González/guiarte.com

Santa María del Mar

Es prototipo de las iglesia del gótico catalán, caracterizado por la abundancia de sus líneas horizontales y las grandes superficies desnudas.

También presenta sólidos contrafuertes, sin arbotantes y suele recurrir a las torres octogonales y acabadas con terrados.

El interior del templo de Santa María del Mar es tal vez el más bello de Barcelona. Construido con dinero de los burgueses de la urbe, posee una clara unidad de estilo que redunda en su espiritualidad.

El interior de la iglesia posee unas condiciones acústicas de excepción, lo que hace de este edificio religioso un espacio habitual para conciertos

En la Guerra Civil española se quemó el coro, con lo que –al contrario de muchos templos de España- desde la entrada se tiene una visión total del bellísimo recinto.

Santa María del Mar tiene grandiosidad interior. Foto guiarte. Copyright

Santa María del Mar tiene grandiosidad interior. Foto guiarte. Copyright

Santa María del Mar tiene una asombrosa verticalidad interior. Guiarte. com

Santa María del Mar tiene una asombrosa verticalidad interior. Guiarte. com

Carrer Montcada

Aparte del Barrio Gótico, esta calle, que va desde Santa María del Mar hasta el entorno del carrer de la Princesa, es una de las más bellas de la población.

Los tejados voladizos contribuyen a dar un aire de penumbra a la vía, rodeada de piedras venerables. Desde los portones se aprecian los recoletos patios, en los que se ve obra gótica, renacentista y aún barroca.

Entre los museos que han elegido esta noble ubicación figuran el Textil, en el número 12, y el Picasso, que ocupa tres viejas mansiones, en los números 15 a 19.

El Museo Picasso es especialmente recomendable, por el notable contenido pictórico expuesto.

En el carrer Montcada está el interesante museo Picasso.

En el carrer Montcada está el interesante museo Picasso.

La Sagrada Familia

Es un monumento aparatoso, sorprendente, singular, donde Gaudí hace un ejercicio naturalista de inusitada belleza.

Por desdicha, sus continuadores son un pálido reflejo de lo que él soñó, lo que redunda en una pérdida de la armonía y el encanto. Pero aún así, hay grandiosidad en el lugar.

La iglesia fue el centro de trabajo y vida de Antonio Gaudí, que pasó allí recluido 16 años. Hoy descansa bajo ella.

En 1883 empezó a trabajar allí Gaudí. Йl fue quien dio forma a la bellísima fachada de la Natividad, en cuyas portadas están representadas las virtudes teologales y el nacimiento de Cristo, con sus torres bellamente rematadas por mosaicos y con la profusión de palomas blancas.

La otra fachada se terminó en 1980 por José María Subirats y se refiere a la Pasión de Cristo. Sus figuras dramáticas, maquinales, son el contrapunto al estilo del viejo maestro.

La cripta tiene un pequeño museo y alberga el lugar del enterramiento de Antonio Gaudí.

Falta mucho para culminar el proyecto, que tiene tantas torres como evangelistas y apóstoles, más una central, más alta que las anteriores, dedicada a la Virgen María. Pero la Sagrada Familia es un empeño de Barcelona y algún día se culminará.

El templo se divisa desde las alturas de la ciudad. Quizá el elemento más espectacular del conjunto son sus torres cónicas circulares y alargadas, que se yerguen sobre los portales, en una armonía vertical, amenizada por sus ventanas dispuestas en una espiral ascendente..

Cuando se finalicen las obras, se prevé que sean 18 las torres existentes, estre las cuales destacará la central, un espectacular y gigantesco cimborio.

La obra de Gaudí forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO. A él corresponde la fachada del Nacimiento y la cripta. La distinción de la UNESCO abarca tambien las siguientes obras: Parque Gíell, Palacio Gíell, Casa Milá, Casa Vicens, la Casa Batlló y la cripta de la Colonia Gíell.

El templo de la Sagrada Familia fue declarado basíilica y consagrado en el año 2010 por el papa papa Benedicto XVI.

La Sagrada Familia y su obra son un emblema de la Barcelona Moderna. Guiarte.com

La Sagrada Familia y su obra son un emblema de la Barcelona Moderna. Guiarte.com

La fachada del Nacimiento, en la Sagrada Familia, muestra el naturalismo desbordante de la obra de Gaudí. Guiarte.com

La fachada del Nacimiento, en la Sagrada Familia, muestra el naturalismo desbordante de la obra de Gaudí. Guiarte.com

Frente al naturalismo gaudiniano, la Fachada de la Pasión muestra el dramático esquematismo de Subirachs. Guarte.com

Frente al naturalismo gaudiniano, la Fachada de la Pasión muestra el dramático esquematismo de Subirachs. Guarte.com

Interior del templo, en la actualidad. Imagen http://www.sagradafamilia.cat/

Interior del templo, en la actualidad. Imagen http://www.sagradafamilia.cat/

La Pedrera

En el paseo de Gracia está otro de los edificios más interesantes de Barcelona y representativo de la creación de Gaudí. Se trata de la casa Milà.

Conocida también como La Pedrera, de 1906-1909, es una casa-escultura abstracta, de formas onduladas y chimeneas escultóricas.

El edifico se apartó de los cánones tradicionales y de la repetición de formulas neogóticas o neorrománicas, en medio del pasmo y, a veces, la ironía de los arquitectos e intelectuales de la época.

Se trata de una casa de pisos, de siete alturas, en torno a sendos patios redondos. El autor huyó expresamente de la línea recta, como se aprecia en las líneas de la fachada y en los balcones retorcidos. Es particularmente sorprendente el conjunto de chimeneas y elementos de ventilación que generan un paisaje inquietante que ha merecido la denominación de espantabruixas

La Pedrera, que recibió el nombre de Casa Milà por la familia que habitaba en la primera planta, es una sede de la Fundación Caixa de Catalunya.

La Pedrera. Vista exterior. Guiarte.com

La Pedrera. Vista exterior. Guiarte.com

La Pedrera. Detalle de su parte superior. Guiarte.com

La Pedrera. Detalle de su parte superior. Guiarte.com

Otras citas modernistas en Barcelona

Por todo el paisaje urbano se muestran magníficos edificios. Uno de los conjuntos más singulares está en la manzana del paseo de Gracia con el carrer de Aragón.

Allí están, casi seguidas, la Casa Batlló, la casa Amatller y la Casa Lleó Morera. Son tres fachadas magníficas, dispares, que han hecho que el conjunto se denomine popularmente como manzana de la Discordia, por la pugna estilística que presenta.

La Casa Batlló es de Gaudí; la Amatller, de Puig i Cadafalch, y la de Lleó Morera, de Lluis Doménech i Montaner.

No lejos de allí, en el cruce de la calle Roselló con la Diagonal, está la bella Casa Terrades, conocida popularmente como casa de les Punxes(las agujas), nombre debido a las seis cúpulas puntiagudas, similares a los sobreros de bruja. Es de 1903-1905 y se debe a Puig y Cadafalch.

Estos autores presentan en el conjunto urbano otra importante serie de edificios singulares, alguno de los cuales aún veremos en posteriores apartados.

La airosa Casa Terrades. Foto guiarte. Copyright

La airosa Casa Terrades. Foto guiarte. Copyright

La Casa Ametller, de Puig i Cadafalch, y la Batlló, de Gaudí. dos ejemplares magníficos del modernismo, y adyacentes. Guiarte.com

La Casa Ametller, de Puig i Cadafalch, y la Batlló, de Gaudí. dos ejemplares magníficos del modernismo, y adyacentes. Guiarte.com

Detalle de la Casa Batlló, de Gaudí. Guiarte.com

Detalle de la Casa Batlló, de Gaudí. Guiarte.com

Montjuïc

Montjuïc deviene de monte de jove, Júpiter, a quien estuvo consagrado un templo en época romana.

En esta montaña cercana al mar, donde se ubicó un castillo en el siglo XVII, se hicieron importantísimas obras en los inicios del XX, para ubicar las instalaciones de la Exposición Universal de 1929.

En la parte más baja de la montaña, al oeste, se encuentra la entrada a la Fira de Barcelona. Se accede por el medio de sendas columnas de inspiración veneciana, donde se origina la amplia avenida de la reina María Cristina. Al fondo del mismo aparece un magnífico conjunto de fuentes y cascadas, la Font Mágica, construida por Buigas para la exposición.

Como paisaje final, en lo alto, aparece el Palau Nacional, edificio magnífico, construido para exposición universal.

El Palacio Nacional, de Enric Catà, Pedro Cendoya y Pere Domènech, acoge desde 1934 al Museo Nacional de Arte de Cataluña, que posee una colección de frescos medievales de altísimo valor, principalmente del Pirineo catalán, así como otras excelentes muestras góticas.

En este entorno hay otros elementos de interés:

El pabellón Mies van der Rohe, diseñado por el famoso director de la Bauhaus como pabellón alemán para aquella muestra universal (no es el orginal, sino una reconstrucción).

El Museo Arqueológico, ubicado en el palacio de las Artes, también del 1929, con elementos visigóticos, fenicios, íberos, grecorromanos, etc.

Otros puntos de interés son la Fundación Juan Miró, en un edificio debido a José Luis Sert; el castillo de Montjuïc, del XVIII, el estadio Olímpico, el palau Sant Jordi, etc.

Una de los añadidos más espectaculares de los últimos tiempos ha sido la atrevida torre diseñada por Calatrava, ubicada al lado de las creaciones y remodelaciones efectuadas en Montjuïc con motivo de las olimpiadas del 1992.

El Palacio Nacional acoge desde 1934 al Museo Nacional de Arte de Cataluña. Imagen de Vicente González. Guiarte.com

El Palacio Nacional acoge desde 1934 al Museo Nacional de Arte de Cataluña. Imagen de Vicente González. Guiarte.com

La Fira de Barcelona y al fondo el Palacio Nacional, dominando Montjuïc. Imagen de Vicente González. Guiarte.com

La Fira de Barcelona y al fondo el Palacio Nacional, dominando Montjuïc. Imagen de Vicente González. Guiarte.com

El Pueblo Español

El Pueblo español, en Barcelona, nació en la exposición de 1929 para ilustrar sobre la arquitectura de los distintos puntos de España.

Son 116 casas, palacios, fortines o iglesias dispuestas en un espacio ordenado a partir de una gran plaza mayor: Se trata de un trabajo realizado detalladamente que ha sido rehabilitado y hoy es un centro de atracción turística.

Durante el día aparece el ambiente artesanal, de tiendas y bares; por la noche se adueña del espacio la movida juvenil.

El pueblo español refleja arquitecturas de todo el país. Foto guiarte. Copyright

El pueblo español refleja arquitecturas de todo el país. Foto guiarte. Copyright

El Pueblo Español refleja arquitecturas de muchas partes de España.

El Pueblo Español refleja arquitecturas de muchas partes de España.

El Viejo Puerto

Barcelona siempre tuvo una gran tradición marinera. Su Puerto Viejo, el Port Vell, ha quedado para usos deportivos y de recreo.

Se encuentra al fondo de las Ramblas, vigilado siempre por la estatua de Colón. Cerca del mismo se hallan las viejas atarazanas.

Enfrente del muelle de las Dársenas, por una moderna pasarela, se accede a Maremagnum, un gran conjunto de establecimientos, tiendas y restaurantes, así como un moderno acuario, el mayor de Europa.

En todo este entorno, y en el tranquilo Moll de la Fusta, se encuentran agradables terrazas y elementos de diseño moderno.

Existen unas embarcaciones, las golondrinas, que efectúan recorridos que van desde el viejo puerto hasta las instalaciones del puerto industrial.

La estatua de Colón, un símbolo del viejo puerto de Barcelona. guiarte.com

La estatua de Colón, un símbolo del viejo puerto de Barcelona. guiarte.com

El viejo puerto es ahora un magnífico lugar de encuentro ciudadano y ocio. Guiarte.com

El viejo puerto es ahora un magnífico lugar de encuentro ciudadano y ocio. Guiarte.com

El Puerto Olímpico

Los juegos de 1992 abrieron Barcelona al mar. Una antigua zona industrial, Poble Nou, fue rehecha para recibir a la Villa Olímpica.

Nuevas avenidas y playas rehabilitadas ampliaron el hábitat marítimo de Barcelona. Dos airosas torres de 44 plantas abren el espacio detrás del cual se halla un moderno Puerto Olímpico, construido para los Juegos del 92.

Lleno de tiendas y locales de hostelería, el Puerto se ha convertido también en una de las grandes áreas de ocio de Barcelona.

Es un lugar tranquilo para el paseo, e incluso para deambular con bicicleta; una Barcelona con sonido de mar y ritmo festivo.

Las instalaciones olímpicas generaron una nueva Barcelona, junto al mar. Foto guiarte. Copyright

Las instalaciones olímpicas generaron una nueva Barcelona, junto al mar. Foto guiarte. Copyright

Los parques

Barcelona tiene un magnífico conjunto. Cabe citar como emblemáticos los de La Ciudadela, el parque Güel, el de Pedralbes, y el de Joan Miró, aparte de los núcleos de Montjuïc.

El Parque de la Ciudadela es uno de los más característicos de la urbe. Una gran fortaleza de triste recuerdo ocupó este recinto, hasta que fue cedida a la ciudad para que allí se presentase la Exposición Universal de 1888.

El proyecto de ajardinamiento del solar de La Ciudadela fue dirigido por Josep Fontserè, quien contó con la colaboración del joven Antoni Gaudí, quien intervino en varios puntos, uno de ellos el proyecto de la Cascada Monumental, elemento notable del parque.

En una esquina del recinto hay un bello edificio de ladrillo visto, coronado de almenas, el Castell dels Tres Dragons, debido a Domènech i Montaner (1887), ocupado por el museo de Zoología.

En este lugar se estudiaron por primera vez, durante el siglo XIX, las viejas técnicas artesanales de la cerámica y del forjado, una iniciativa que potenció el resurgir de las artes decorativas en Cataluña.

En los jardines hay que destacar el edificio del Parlament y del museo de Arte Moderno y la mencionada cascada, situada en torno a un arco triunfal. Pedralbes es un palacio ofrecido para residencia real, que ocupó Alfonso XIII en 1926. En torno al mismo hay unos excelentes jardines diseñados por el francés Jean Claude Forrestier.

El parque Güell, declarado patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una ciudad jardín diseñada por el inmortal arquitecto, ante una demanda de Eusebi Güell. Del proyecto solamente se llegaron a construir dos casas en el recinto del parque, que se conservó como tal. El bellísimo urbanismo fue realizado entre 1900 y 1914.

Del Parque Juan Miró cebe señalar que está en el espacio de un viejo matadero, ahora dedicado a usos de ocio y deporte, presidido por un curioso conjunto escultórico de Joan Miró.

Castell dels Tres Dragons, debido a Domènech i Montaner. Guiarte.com

Castell dels Tres Dragons, debido a Domènech i Montaner. Guiarte.com

elemento decorativo en el parque Güell, de Antonio Gaudí.

elemento decorativo en el parque Güell, de Antonio Gaudí.

Cascada Monumental del parque de La Ciudadela. Imagen de Vicente González. Guiarte.com

Cascada Monumental del parque de La Ciudadela. Imagen de Vicente González. Guiarte.com

El Tibidabo

El Tibidabo, a 500 metros de altura sobre el nivel del mar, es una zona de esparcimiento que cuenta con un parque de atracciones de inicios del siglo XX.

Es el más antiguo parque de diversión de España y de los más antiguos de Europa.

Un tranvía azul y el funicular fueron elementos que allá en los inicios del XX aún hicieron más atractiva la subida al centro de ocio, desde el que se contempla una buena panorámica de la ciudad.

En el final del siglo XIX se ofreció los salesianos, una parcela de tierra de la cima para levantar una iglesia dedicada al Sagrado Corazón. El templo se inició en 1902. Es un edificio neogótico coronado por una estatua, que no está a la altura artística de la arquitectura barcelonesa de la época.

Cerca de esta zona se halla la torre Collserola, dedicada a las telecomunicaciones, construida con un diseño de Norman Foster, con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992. Es el edificio el edificio más alto de la ciudad, centro de comunicaciones de Cataluña. Desde él se puede contemplar excelentemente el entorno de la capital catalana.

Una iglesia dedicada al Sagrado Corazón corona el Tibidabo. Imagen de Vicente González. Guiarte.com

Una iglesia dedicada al Sagrado Corazón corona el Tibidabo. Imagen de Vicente González. Guiarte.com

Otros puntos de interés

Es interesante visitar Las Atarazanas, El arco del Triunfo, El Hospital de la Santa Creu y El Palau de la Música de Barcelona.

Las Atarazanas, astilleros en los que desde el siglo XIII hubo una activa producción naval; hoy sede de un bello museo marítimo. Entre sus muestras está una reproducción de la Real, nave hecha aquí y que capitaneó Juan de Austria, vencedor de la histórica batalla de Lepanto.

El arco de Triunfo, pórtico de la exposición universal de 1888, de Joseph Vilaseca i Casanovas, bella construcción de inspiración neomudéjar.

El Palau de la Música, calle de San Francesc de Paula,2. de Domechech y Montaner; con un magnífico interior modernista. Forma parte con el hospital de San Pau un sitio integrado como Patrimonio Mundial de la UNESCO

Arco de triunfo de la exposición de 1888. Guiarte.com

Arco de triunfo de la exposición de 1888. Guiarte.com

La Torre AGBAR

Desde el inicio del siglo XXI, al perfil de Barcelona se le ha añadido otro edificio espectacular: la Torre AGBAR.

La torre se encuentra ubicada en una zona relativamente industrial y hasta ahora desprovista de atractivo, y no muy lejos de otro icono de la arquitectura moderna: el templo de la Sagrada Familia.

Con sus 144 metros de alto, el edificio es como un inmenso obús lanzado hacia el cielo, un proyectil que se ilumina en las noches con una espectacular sinfonía de color.

Inaugurado en el año 2005, la edificación dispone de 50.000 metros cuadrados de superficie, de los que 30.000 son de oficinas.

La torre fue diseñada por el francés Jean Nouvel, en colaboración con un estudio de arquitectos catalán, b720. Nouvel dijo que su proyecto era algo así como un surtidor, un geiser, que surge de la superficie de la ciudad, metáfora que se relaciona en alguna medida con el nombre del grupo promotor, AGBAR, Aguas de Barcelona.

También lo relacionó con otras formas del entorno, como las agudas crestas de Montserrat o las propias torres y pináculos de la Sagrada Familia, de Gaudí.

El revestimiento de vidrio le otorga una vistosidad diurna, en tanto que la iluminación lo convierte en un sugestivo cuadro móvil de color, merced a un sistema que permite cambiar el tono de cada una de las 4500 luminarias de la torre de forma independiente.

En medio de un barrio de aire industrial y proletario se alza la inmensa Torre AGBAR. Guiarte Copyright

En medio de un barrio de aire industrial y proletario se alza la inmensa Torre AGBAR. Guiarte Copyright

La torre Agbar; un obús lanzado hacia el cielo de Barcelona. Imagen de Vicente González. Guiarte.com

La torre Agbar; un obús lanzado hacia el cielo de Barcelona. Imagen de Vicente González. Guiarte.com

La torre AGBAR fue diseñada por el francés Jean Nouvel. Imagen de Vicente González. Guiarte.com

La torre AGBAR fue diseñada por el francés Jean Nouvel. Imagen de Vicente González. Guiarte.com

El Parque Güell

Otra de las grandes obras de Gaudí -que tampoco llegó a acabarse- es el parque Güell, ubicado en una de las montañas del entorno urbano de Barcelona.

Este espacio abierto al publico integra construcciones y jardines y se halla en la llamada montaña del Carmelo. Fue diseñado por Gaudí por encargo de uno de los ricos burgueses de la ciudad, el empresario Eusebi Güell.

La obra fue llevada a cabo entre 1900 y 1914. Fue planteada como una urbanización residencial; pero en una Barcelona con problemas sociales la clase adinerada no se interesó por edificar allí, por lo que el proyecto no llegó a acabarse, y se paralizó definitivamente en 1914, al iniciarse la Guerra Mundial.

Eusebi Gúell murió en 1918 y sus herederos vendieron lo que se había hecho al ayuntamiento de Barcelona, que lo transformó en parque publico. El conjunto es un lugar de visita ineludible para quien quiera conocer la ciudad y la obra gaudiniana Está inscrito en el Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Pabellones, jardines, salas, el viaducto, la escalinata, los bancos ondulantes... en todo el conjunto está la inspiración de Gaudí, en un periodo ya sumamente naturalista que coincide con la obra de la Sagrada Familia.

Escalinata del parque Güell, llena de visitantes. Guiarte.com

Escalinata del parque Güell, llena de visitantes. Guiarte.com

El genio gaudiniano se mezcla con los jardines, en el parque Guell de Barcelona. Guiarte.com

El genio gaudiniano se mezcla con los jardines, en el parque Guell de Barcelona. Guiarte.com

Columnata del viaducto del parque Guell. Guiarte.com

Columnata del viaducto del parque Guell. Guiarte.com

Hospital de Sant Pau

Dos obras de Lluís Doménech i Montaner entraron en el año 1997 en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO: el Palau de la Música y el hospital de San Pablo, o Sant Pau.

La primera –el Palau- es una construcción luminosa de enorme riqueza decorativa, pero tal vez sea el segundo de los elementos citados, el hospital de San Pablo, el ejemplo más destacable por su tamaño, innovación y belleza.

El nombre oficial de la institución es Hospital de la Santa Cruz y San Pablo. Aunque se conoce como de San Pablo o Sant Pau, y se integra por un grupo de edificios modernistas anexos.

Fueron proyectados por Lluís Doménech i Montaner (trece edificios) y realizados entre 1901 y 1913. Su hijo Pere Domenech continuaría la obra con seis edificios más, siguiendo la tónica modernista marcada por el primero. Luego se han efectuado diversos añadidos, hasta que recientemente se han reagrupado los servicios en una inmensa construcción hospitalaria, nueva sede que se inauguró en 2009 en el extremo nordeste del conjunto modernista

Este hospital, dedicado a la Santa Cruz, es de origen medieval, y continuó siendo una de las grandes instituciones en la materia, aunque languideció en el siglo XIX. Pau Gil fue el banquero que en el inicio del siglo XX impulsó esta gran obra. Por ello se añadió al nombre oficial del centro (de la Santa Cruz) el de San Pablo (Sant Pau) con el que se conoce en la actualidad.

Pau Gil encargó a Doménech i Montaner la construcción del mayor complejo hospitalario en estilo modernista, y este, para realizar el proyecto, estudió los problemas que se presentaban en los hospitales vanguardistas de la época.

Las obras comenzaron en 1901 y en 1911 ya habían sido construidas ocho cuadras del complejo. En 1913 el arquitecto incorporó a su hijo, Pere Doménech i Roura, para colaborar en el proyecto. Trabajaron juntos en la iglesia y otros bloques del hospital hasta la muerte de Lluís Domènech i Montaner en 1923. Doménech i Roura fue el responsable de la continuación del proyecto, hasta 1930.

La decoración floral y el uso abundante de esculturas de los mejores artistas de la época destacan en la estructura de los edificios. Doménech i Montaner ideó hermoos y luminosos volúmenes arquitectónicos. Y además los llenó de belleza. Para Doménech i Montaner era esencial para poder dar a los enfermos una sensación de bienestar y belleza ya que, según él, la belleza tiene un valor terapéutico

El conjunto del hospital se integran con un edificio gerencial, de notable prestancia realzada por una escalinata, y casi una treintena de pabellones destinados a la atención médica, todos unidos por galerías subterráneas. Una de las dependencias es la excelente iglesia del centro, pero en general perdura el interés arquitectónico del conjunto, en el que han participado autores como Pablo Gargallo o Eusebi Arnau.

Edificio administrativo del hospital de Sant Pau, en Barcelona. Imagen Vicente González/Guiarte.com

Edificio administrativo del hospital de Sant Pau, en Barcelona. Imagen Vicente González/Guiarte.com

Portada de la iglesia del Hospital de Sant Pau, en Barcelona. Imagen Vicente González/Guiarte.com

Portada de la iglesia del Hospital de Sant Pau, en Barcelona. Imagen Vicente González/Guiarte.com

El Hospital de Sant Pau, en Barcelona, tiene multitud de detalles de color y luminosidad. Imagen Vicente González/Guiarte.com

El Hospital de Sant Pau, en Barcelona, tiene multitud de detalles de color y luminosidad. Imagen Vicente González/Guiarte.com

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