Una ciudad para ver
Zaragoza es síntesis de la historia de España y como tal, presenta excelentes monumentos que atestiguan su esplendor, especialmente en tiempos romanos, árabes, medievales y renacentistas.
El centro urbano aglutina a buena parte de los mayores recursos turísticos, en torno a la Plaza del Pilar, plaza que –por desdicha- es un modelo de organización urbanística desafortunada, en las que destacan unas monstruosas farolas de un estilo que recuerda tiempos felizmente pasados. Pero, en general, la urbe tiene una agradable alegría de vivir, excelente gente y buena gastronomía.
Como contrapunto a ese gran bagaje de arte, desde los ámbitos institucionales se ha dotado a la ciudad del mobiliario urbano de peor gusto de Europa, como se puede atestiguar en los horrorosos faros de iluminación de la Plaza del Pilar o el paseo de la Independencia, por ejemplo; y en otros elementos distribuidos desgraciadamente por toda la ciudad, con una estética artística totalitaria.
El histórico Torreón de La Zuda. Imagen de guiarte.com Copyright