Nacido en 1882 cerca de París y muerto en la capital francesa en 1963, Braque es un artista esencial para conocer las vanguardias de la primera mitad del siglo XX, aunque su figura está más cerca del maestro artesano que del genio.
Desde las barcas de Le Havre que pintaba allá por 1905 hasta las imágenes costeras que realizó en la década de los cincuenta hay varios mundos de distancia. Son los mundos pictóricos que él contactó durante toda su vida y que influyeron notoriamente en su obra.
Después de sus primeros maestros, conoció a los fauvistas; aprendió de Matisse y Derain; serenó su fiera paleta y se acercó a las geometrías con Cézanne; se impregnó de cubismo con Picasso; conoció a los futuristas italianos y, después de un perido dramático de la Primera Guerra Mundial, se replanteó el cubismo con Juan Gris, para alcanzar, a partir de los años veinte, un estilo más personal, más luminoso, cuando volvió a preocuparse del efecto de la luz sobre los cuerpos y recurrió a una paleta mayor, al fondo negro…
A partir de los años 40, el pintor realizó una serie de obras en las que profundizó en la aplicación del color y en la investigación espacial, creando una serie de interiores y paisajes, a veces extraños y sombríos.
Sin duda, su mayor fama data del periodo cubista. A final de 1907 conoció a Pablo Ruiz Picasso, cuando éste pintaba el cuadro de las muchachas d´Avignon. La experiencia fue crucial. A partir de ese momento se fraguó una estrecha colaboración hasta 1914, materializada en la creación del lenguaje cubista, con una paleta de colores exigua y una acentuada visión volumétrica de las formas.
Hacia 1910, Picasso y Braque trabajaron en el llamado cubismo analítico, de escasa gama cromática, esquematista y centrado en naturalezas muertas y figuras humanas; en tanto que a partir del 12 fueron de nuevo a una gama más amplia, enriqueciendo el cuadro con etiquetas, recortes de diarios y hasta objetos materiales como arena o paquetes de tabaco. Es la época del cubismo sintético. Pasado el 14 la colaboración Braque-Picasso va cayendo, aunque el pintor siempre llevaría adelante una matizada línea cubista.
La exposición
La exposición permite apreciar una imagen completa de la trayectoria de Braque, a través de 50 pinturas y 6 esculturas de las distintas épocas, provenientes de distintas colecciones y museos: Statens Museum for Kunst (Copenhague), Staatsgalerie (Stuttgart), Tate (Londres), Georges Pompidou (París), etc.
La muestra tiene un valor especial, porque la obra del artista está sumamente dispersa. Esta rareza hace que las distintas galerías sean relativamente reacias a ceder los trabajos de Braque para exposiciones. Se divide en nueve apartados: "Un pintor fauve", donde se aprecia el impacto que le produjo el uso violento del color de Henri Matisse y Andre Derain; "Hacia el cubismo", en el que muestra el cambio progresivo para representar el espacio y el volumen; "El Cubismo analítico" la época en que Braque y Picasso trabajaron mano a mano, centrándose en la naturaleza muerta y la figura humana; "El cubismo sintético" donde muestra el uso de elementos diversos y los "papier collé"; “Naturalezas Muertas postcubistas”, en las que, influido por Juan Gris, comienza a dar mayor flexibilidad y estudia los efectos de la luz y el fondo negro; "Grandes interiores", con una investigación espacial y cromática, especialmente en su serie de "Ateliers"; y, finalmente, "La vuelta al paisaje" y "Pájaros", donde regresa al paisaje, pero un paisaje misterioso, y al tratamiento de enigmáticas figuras de aves.
Datos adicionales:
Título: Braque (1882-1963)
Organiza: Museo Thyssen-Bornemisza.
Patrocinio: Banco Urquijo.
Comisarios: Isabelle Monod-Fontaine, directora adjunta del Centre George Pompidou, Jean-Louis Prat, director de la Fundación Maeght y Tomàs Llorens, conservador jefe del Museo Thyssen-Bornemisza.
Lugar y fechas: Del 5 de febrero al 19 de mayo de 2002.
Publicaciones: Catálogo con textos de los tres comisarios de la exposición.